marzo 21, 2025

Arremetida neoliberal contra el TSE


Editorial Cambio-.


La derecha, junto a sus actores internos y externos, ha decidido apretar el acelerador de su plan C, que incluye desacreditar/desgastar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para que ante una victoria del postulante Evo Morales en octubre, tal como anticipan las encuestas, puedan posicionar en la agenda pública la idea de fraude.

Una parte de esta estrategia la cumplen algunos cívicos/políticos regionales, quienes emitieron un pronunciamiento en contra del TSE. “El II Encuentro Nacional por la Democracia y el Estado de Derecho determinó dar plazo hasta el 31 de mayo para que los miembros del @TSEBolivia renuncien a su cargo, caso contrario se iniciarán movilizaciones a nivel nacional”, señala el tuit del Comité Cívico Pro Santa Cruz.

Esta línea discursiva —que pide nuevos vocales electorales “acordados entre partidos políticos, comités cívicos, Conade y el Gobierno”— fue apoyada por la mayoría de candidatos opositores.

Otros actores están en campo mediático. Algunos de ellos comenzaron a difundir contenidos que buscan poner en cuestión lo más preciado del árbitro electoral: credibilidad y confianza.

En ese sentido, buscan amplificar el impacto de antiguas renuncias de funcionarios, un presunto estancamiento del TSE, el costo de los comicios, el dinero destinado al fortalecimiento partidario, entre otros ejes temáticos.

Estas ideas comenzaron a ser reproducidas por portales noticiosos afines. El propósito es construir un clima de opinión mayoritaria que ponga en duda al TSE y los resultados de los comicios del 20 de octubre.

Esta faceta de la estrategia derechista tiene que ver con la Teoría de la Espiral del Silencio, de la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann.

En esencia, esta teoría dice que las personas constantemente adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no. En otras palabras, la sociedad amenaza con aislar a los individuos que expresan opiniones contrarias a las asumidas por la mayoría.

Es por ello que la derecha busca crear el clima de opinión mayoritaria en contra del TSE.

En la construcción de esa agenda mediática que aspira a convertirse en agenda pública (es decir de interés general) también juegan su papel actores externos, entre ellos algunos informadores de extrema derecha, como Andrés Oppenheimer, Jaime Bayly, así como tuiteros locales.

En ese contexto, en alusión al campo electoral, la jerarquía de la Iglesia católica aseguró que “no se puede aceptar el control o la manipulación de los votos como instrumento de poder”. (Comunicado de los obispos del 7-5-2019), mientras que Carlos de Mesa dijo a la red Erbol (15-5-2019) que “queremos que la observación de la OEA no sea una observación de carácter formal, que tome en consideración que podemos vivir un proceso de manipulación y eventualmente fraude, es una posibilidad alta”.

Frente a esta arremetida neoliberal, la presidenta del TSE, María Eugenia Choque, llamó a los frentes políticos a guardar respeto y consideración por la institución, aunque dijo que las críticas y observaciones a los entes electorales son “normales” durante los procesos eleccionarios.

Además de ello, el TSE —que ayer lanzó la convocatoria para las elecciones generales del domingo 20 de octubre— aclaró que dichos comicios se realizarán tras una auditoría al Padrón Electoral que efectuó la Organización de los Estados Americanos (OEA). Esta revisión concluyó que dicho registro es confiable.

Asimismo, la oposición se mueve para lograr la intervención internacional (recurrió a EEUU, Brasil y Colombia) como opción A. Su plan B es actuar en el escenario nacional, hacer campaña y desgastar lo más posible al Gobierno para propiciar una segunda vuelta, probabilidad que, según las encuestas, se aleja más y más.

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