abril 18, 2024

Quintana dice que el dominio global capitalista se sostiene en un trípode de poder para usurpar y someter la democracia

La Paz.- El ministro de la Presidencia, Juan Ramon Quintana, afirmó el sábado que el dominio global capitalista se sostiene en un trípode de poder concentrado en menos del 1% de la población mundial que busca usurpar y someter la democracia.

Quintana, citado en un boletín de prensa, explicó que ese trípode está conformado por «el sistema financiero internacional, del complejo militar industrial y de los sistemas de información y de comunicación», que -a su juicio- «forman la arquitectura estructural de dominio del capitalismo global».

«El 1 por ciento de la población mundial dicta las reglas de consumo de la humanidad donde la verdad opera como la más valiosa mercancía tallada en los altares del capital», dijo en un acto en el que conmemoró el aniversario 60 de la agencia de noticias cubana Prensa Latina (PL).

Para Quintana, consecuentemente, en la actualidad el dominio tecnológico es capaz de definir los límites de lo que es bueno o malo para la humanidad.

Ese trípode, según la autoridad, es el que define prácticamente el destino de la humanidad «y como este trípode tiene que definir el destino de la humanidad está obligado a construir una narrativa de dominio».

En ese sentido, explicó que los grandes medios de comunicación están a cargo de esa estructura y son los que todos los días «nos taladran el cerebro para enajenar, para idiotizar, para masificar sus narrativas de dominación, de justificación y legitimación».

A su juicio, cuando se observa esta estructura poderosa y se la compara con aquellas agencias y medios que tratan de describir la vida cotidiana y de llevar información veraz a la ciudadanía, nos enfrentamos a ellos de una manera asimétrica y «brutal».

«Entonces Prensa Latina ocupa el campo más desventajoso en la guerra asimétrica de la comunicación, y su esfuerzo, su tarea tiene que inevitablemente ser quijotesca, quimérica, tiene que ser una tarea espartana para sostener por principio la verdad, porque está lejos del dominio tecnológico. Tiene recursos limitados, tiene pocas posibilidades de llegar a un gran público, pero además está obligado a utilizar los sistemas tecnológicos dominantes», reflexionó.

Agregó que ésta es la correlación de medios, de recursos entre los grandes señores que producen la comunicación y los pequeños quijotes que tienen que esforzarse para que esa verdad de la información llegue a la gente.

En este contexto, Quintana manifestó su admiración por el trabajo de 60 años de Prensa Latina, en un mundo cada vez más competitivo en cuanto a la producción de la información sobre las tecnologías y por haberse sostenido de pie con 40 agencias distribuidas en el planeta y que todavía es capaz de producir información rica y objetiva cercana a la verdad.

Por tanto, dijo, Prensa Latina se enfrenta a una lucha descomunal en un contexto en el que la verdad se ha convertido en un recurso casi excepcional «y es que hoy día el gran campo de batalla en el que se está librando el futuro de la humanidad son los medios de comunicación».

Quintana explicó que, hasta hace 50 años, las fuentes de la riqueza mundial estaban vinculadas al dominio de los recursos naturales y particularmente a las transnacionales de la energía que ocupaban por lo menos los diez primeros lugares y hoy día todo eso ha cambiado.

«Hoy día las diez empresas que generan la mayor riqueza del mundo están vinculadas a las industrias de la información. Eso quiere decir a la industria del cine, a las redes sociales, a los sistemas de comunicación que han desplazado a las grandes empresas transnacionales vinculadas al petróleo, a la industria minera, a la farmacéutica, incluso hoy día esas diez industrias vinculadas a los sistemas de información han desplazado a las economías informales del narcotráfico y de la venta ilegal de armas en el mundo entero», señaló.

En esa línea, agregó que el poder de concentración de esas industrias de información y comunicación están vinculadas a la guerra, por lo tanto, existe una relación intrínseca entre estas grandes industrias y el complejo militar industrial, y por eso «estamos frente a esta ecuación entre la guerra y la información que hoy día genera el nuevo patrón de dominio».

Finalmente, Quintana dijo que «en un mundo donde la verdad asoma como excepción y los «fake news» como la gramática perversa y alienante a la sociedad, solo le resta poner en práctica su capacidad autocrítica y la posibilidad de avanzar en el campo de batalla de las ideas. Solo los pueblos cultos podrán acercarse a ser pueblos libres. Será entonces la cultura el horizonte de la realización de la especie humana».

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