Brasilia-. La expresidenta brasileña Dilma Rousseff (2011-2016) denunció la devastación en la Amazonía con la complacencia del gobierno de Jair Bolsonaro, que impone hoy al país la desregulación de la protección ambiental.
‘La destrucción de los instrumentos de política ambiental e indígena, el desmantelamiento de la vigilancia, la incitación a la violencia caracterizan los verdaderos crímenes contra los pueblos de Brasil, el medio ambiente, la preservación de la Amazonía y la soberanía nacional’, indica Rousseff en una nota amplificada por medios periodísticos.
Precisa que el Gobierno impone además la destrucción de la política de reservas indígenas y ambientales, la indiferencia hacia el Código Forestal y la ley de tierras.
Comenta la historia de portada del diario The New York Times de este domingo que destacó el aumento desenfrenado de la deforestación en el Amazonas.
Remarca que en su estilo personal, con declaraciones llenas de frases groseras, Bolsonaro ‘ha justificado enfáticamente, en los últimos días, el proceso de deforestación y la reducción de la supervisión mediante el cual su gobierno ha establecido explícitamente la selva amazónica en la dirección de la devastación’.
En tan poco tiempo, agrega el texto, ‘los resultados son aterradores, causan asombro mundial y deberían preocupar a todos los brasileños’.
La deforestación en la Amazonía, enumera, aumentó en 88 por ciento en junio en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando las tasas ya eran malas, pues el Gobierno de Michel Temer había iniciado la parálisis y el desmantelamiento de la vigilancia ambiental y la protección de la población indígena.
Al citar nuevamente al The New York Times, la expresidenta asegura que ‘con la elección de Bolsonaro, un populista que fue personalmente multado por violar las normas ambientales, Brasil ha cambiado sustancialmente de rumbo, evitando los esfuerzos para reducir el calentamiento global y preservando la mayor selva tropical del mundo’.
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