Editorial Cambio-.
La conspiración golpista está destinada al fracaso. El bloqueo desapareció la tarde de ayer en gran parte de La Paz, es inexistente en El Alto, mientras que los movimientos sociales salieron en defensa del voto rural y la democracia. A ello se suma el anuncio de la OEA de iniciar, posiblemente desde hoy, la auditoría a las elecciones, anuncio que puso en aprietos a Carlos de Mesa, quien en nueve días no presentó pruebas de fraude ante las autoridades.
La jornada de ayer en la tarde mostró que, en varias zonas de la urbe paceña, se levantó el bloqueo ejecutado por seguidores de De Mesa, quien perdió en las elecciones generales. Los piquetes de bloqueadores desaparecieron en el Cruce de Villas, puente Pasos Kanki, plaza Uyuni, avenida Busch, Loayza. Sin embargo, se mantuvieron en la zona Sur.
Entretanto, en la ciudad de El Alto se vive un clima de normalidad. El lunes en la noche, miles de vecinos y sectores sociales se movilizaron en defensa del voto rural, la democracia, el respeto al mandato de las urnas y a la victoria del Proceso de Cambio, triunfo expresado el domingo 20 en las urnas.
Movimientos sociales se congregaron ayer con similares objetivos en una vigilia en inmediaciones de la plaza Murillo, en tanto que sectores de choferes y gremiales pidieron que se respete su derecho al trabajo y a la libre locomoción.
En la noche, la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) convocó a movilizaciones pacíficas en repudio al golpe de Estado que impulsa la derecha y sus actores políticos y comités cívicos.
Los sectores sociales piden que se respete el mandato sagrado de las urnas. En los comicios, Evo Morales ganó con el 47,08% de respaldo (2.889.935 votos), superando con 648.439 votos a la alianza Comunidad Ciudadana (CC), del exvicepresidente Carlos de Mesa, que quedó en segundo lugar con el 36,51%.
La diferencia de 10,57% entre ambos candidatos descartó la realización de una segunda vuelta, como lo establece el artículo 166 de la Constitución Política del Estado (CPE) y, por tanto, Morales consolidó la reelección a un nuevo mandato.
No obstante, De Mesa desconoció los resultados del sufragio, denunció un “fraude monumental” (sin presentar una sola prueba) y convocó a movilizaciones que terminaron con el incendio y destrucción de los tribunales electorales de Santa Cruz, Beni, Pando, Oruro, Potosí y Chuquisaca, entre el 21 y 23 de octubre.
Ante su denuncia, el 22 de octubre, el presidente Morales pidió a la OEA “una auditoría al cómputo oficial de votos del proceso electoral” para garantizar la transparencia. Para ello pidió el acompañamiento de la comunidad internacional, para que verifique acta por acta y voto por voto la veracidad de las denuncias del expostulante de CC.
Ante el pedido de Morales, la OEA anunció que designó a 30 expertos que harán la auditoría o Análisis de Integridad Electoral probablemente desde hoy. El inicio de la auditoría, que establecerá la verdad sobre sus denuncias de fraude, puso en dificultades a De Mesa, quien emitió respuestas confusas y contradictorias a la invitación a sumarse a la revisión internacional.
Sin embargo, en la noche aceptó. “Nosotros creemos que la auditoría de la OEA va a demostrar, pero de manera palmaria e inequívoca, el fraude, porque lo que ha sido el informe de la OEA que fue hecho por la Misión de Observadores en Bolivia estableció que las irregularidades eran de tal tamaño que había que ir a una segunda vuelta”, dijo, según la agencia ABI.
La aceptación de Carlos de Mesa a la auditoría hace ver como innecesaria la continuidad de algunos bloqueos, ya que si la OEA verifica el “fraude monumental”, se confirmarían las denuncias de Comunidad Ciudadana.
“Nosotros creemos que la auditoría de la OEA va a demostrar, pero de manera palmaria e inequívoca, el fraude”. (Carlos de Mesa, al aceptar la investigación del organismo internacional).
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