abril 20, 2024

El falso sentido común de la democracia


Por Carla Espósito Guevara * -.


Las manifestaciones “demócratas” han mostrado una enorme capacidad de ganar adherentes simplificando en extremo la realidad. Una de esas simplificaciones, y la más extendida, es que la suya es una lucha “de la democracia contra la dictadura”. Algo sociológicamente insostenible.

La democracia tiene muchos indicadores: participación social, ampliación de la ciudadanía política, participación indígena, participación de las mujeres, reconocimiento de sistemas políticos indígenas, reparto social de la riqueza, voto individual, espacios de deliberación, alternancia, libertad de prensa, libertad de circulación, liberta sindical etc. Algunos de estos indicadores son liberales, otros sociales y otros que provienen de los derechos colectivos y, por tanto, de matrices no necesariamente liberales.

Muchos de estos indicadores se han fortalecido durante la década del gobierno del MAS y no particularmente por concesión generosa del gobierno, sino como resultado de las luchas sociales que han perforado la estructura liberal decimonónica del estado ampliando la ciudadanía y los derechos sociales en favor de sectores históricamente excluidos.

Las luchas sociales ampliaron el campo político en Bolivia, ensancharon los márgenes de la democracia haciendo que otros sectores sociales, para los que la ciudadanía política fue durante más de un siglo un mero espejismo, ahora puedan participar con voz propia en la política estatal. Nunca en la historia de este país hubo participación de una pluralidad tan amplia de sectores en la política nacional y ningún parlamento en el mundo tiene un porcentaje tan alto de participación femenina (54%), ni un porcentaje tan alto de participación indígena (51%) como el boliviano, y esto indiscutiblemente es un signo de democratización social.

No obstante, de manera ciega a esos avances, las protestas de los “demócratas” sostienen que su lucha es “democracia contra la dictadura”. ¿Cómo explicar semejante simplificación de la realidad? La primera respuesta es que ellos interpretan la democracia solamente a partir de uno de sus indicadores que es el de la alternancia —que en efecto no existe desde el 2005— para calificar a todo el sistema político Boliviano, pero son incapaces de ver el resto de indicadores que hablan de procesos de ampliación democrática para muchos sectores.

La segunda repuesta es que en una sociedad colonial como la boliviana, la conquista de derechos políticos para los sectores indígenas es invisible, es como si no existiera, se invisibiliza la participación indígena de la misma forma que la ampliación de la participación política femenina y aún más si esta es india. El argumento más extendido para descalificar ambas es decir que son “ovejas”. Con eso niegan su agencia y se quitan de un plumazo años de lucha y avances sociales.

Si el escenario político se vuelca a favor de Carlos Mesa lo que ocurrirá es una recuperación de los valores liberales de la política, vale decir: volverá a primarla alternancia, la institucionalidad liberal se recompondrá, habrá procedimientos más pulcros en ese sentido, la política volverá a manos de los sectores ilustrados, pero todo esto ocurrirá a costa del cierre del campo político y del estrechamiento de sus límites para los sectores populares.

Sin duda los espacios políticos que conquistaron los sectores subalternos se cerrarán, la ampliación de la ciudadanía política conquistada para los sectores indígenas se debilitará a favor de los sectores profesionales, medios y burguesía, a eso se sumará que CC tendrá que cogobernar con los grupos más reaccionarios del oriente y probablemente la política recuperará el componente étnico y de clase que tuvo desde la fundación de la república.

Entonces ¿es una lucha de la democracia contra la dictadura? Claro que no. Ese es un sentido común muy básico. La democracia tiene un contenido de clase y no ver eso es una ingenuidad, lo que vemos hoy es la lucha de las clases medias en alianza con sectores burgueses por el retorno del contenido liberal burgués de la democracia con todo lo que eso implica y esto, lejos de ampliar la democracia, conducirá nuevamente a su estrechamiento.


* Socióloga.

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