La Paz-. Al menos 750 compañías nacionales cerraron por la Covid-19 en Bolivia y, según Javier Bellott, presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba, 350 pertenecen a ese territorio (53 por ciento).
Bellott, citado hoy por el periódico Opinión, reveló que la cifra de entidades cochabambinas inscritas en Fundaempresa (fundación sin fines de lucro que apoya al desarrollo empresarial y opera el Registro de Comercio) disminuyó de dos mil 936 en 2019 a mil 560 este año.
Precisó que la crisis económica afectó más a los trabajadores del turismo y la hotelería porque requieren de un flujo poblacional intenso.
‘Esto implicaba una carga social muy elevada que no se podía cubrir con el bajo flujo de ventas registrado durante esta pandemia. Si usted vende menos de lo que necesita, definitivamente el mercado no le permite seguir en vigencia’, enfatizó.
Según cifras oficiales, hasta septiembre pasado mil 207 empresas cancelaron su matrícula de comercio en el país sudamericano que, en igual periodo de 2019, sólo 254 ejecutaron esa medida.
Asimismo, las nuevas inscripciones disminuyeron de 14 mil 628 compañías a 10 mil 97 (31 por ciento) en igual periodo.
Por otra parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe reveló que la deuda de Bolivia con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) ascendió al 57,6 por ciento hasta mayo pasado, parte importante de esta por los desembolsos solicitados al Fondo Monetario Internacional por el gobierno de facto.
Durante los tres primeros meses al frente del país, la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez elevó a caso dos mil millones de dólares ese endeudamiento por una mala gestión financiera.
De acuerdo con analistas, la situación económica y financiera de Bolivia contrasta con la de las administraciones de Evo Morales (2006-2019), etapa caracterizada por un crecimiento sostenido del PIB, reducción del índice de pobreza y la deuda.
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