La Paz-. La Policía Boliviana busca hoy recuperar su institucionalidad, perdida por sobornos y motines que coadyuvaron al golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales en noviembre pasado, afirmó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
En declaraciones al diario La Razón, del Castillo recordó que antes de la renuncia forzosa de Morales a petición de las Fuerzas Armadas, efectivos policiales se amotinaron frente a la casa del exmandatario, al punto de dejar al país en la inseguridad.
‘Es algo que no puede volver a ocurrir en nuestro país. Se rompió la institucionalidad, donde civiles sobornaron a unos cuantos policías y fueron en contra de la institución y de la patria’, cuestionó el ahora cabeza política del cuerpo policial.
Antes de la asonada golpista, el entonces líder del Comité pro Santa Cruz Luis Fernando Camacho, prometió cumplir un pliego de demandas una vez que Morales fuera despojado del poder, un hecho actualmente investigado.
Sin responsabilizar a todos los policías por lo ocurrido, el ministro anunció que trabajará por la reconciliación y la unidad del país, sin revanchismos ni persecución. ‘Mi oficina, desde el inicio de mi gestión ha dejado la persecución, amedrentamiento y revanchismo que se originó con el anterior gobierno’.
A diferencia de su antecesor Arturo Murillo, esa cartera de Estado dejará de ser la ‘comisaría política’ para convertirse en una institución imparcial que ayude a prevenir y esclarecer todos los casos y encontrar justicia para las víctimas.
‘Construiremos una institución con respeto a los derechos humanos, el diálogo y la dignidad humana’, concluyó.
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