Por Soledad Buendía Herdoíza -.
Con los ojos cerrados voy a verte
en el alma que al soñarte te imagina
paso a paso en las veredas recorrerte
y contenerte en el recuerdo protegida
No te apenes si me encuentras hoy ausente
son apenas circunstancias de la vida
te prometo he de volver para quererte
palmo a palmo, calle a calle, esquina a esquina
Para entonces al abrigo de mi gente
volveremos como nadie se imagina
a nacer en la semilla resurgente
que en la gente multiplica y más germina
Con los ojos cerrados sin distancia
el futuro promisorio se avecina
voy a verte Patria mía en la constancia
de abrazarte con el alma y con mi vida
Solo es tiempo apenas tiempo provisorio
del peaje que le cobra al que camina
la experiencia que no sabe de envoltorio
y que paga a la nostalgia en carne viva
Con los ojos por cierto bien abiertos
cuando llegue quiero verte bien erguida
somos Pueblo que marchando va contento
y sanando en el abrazo sus heridas
(Eduardo Márquez Rodríguez)
Desde mi exilio obligado en México, un maravilloso país que me abrió las puertas, me cuida y me protege, donde encontré en su gente amistad y cariño, valores y sueños compartidos, no dejo de recordar a mi patria morena, a mi pueblo y a mi gente.
No dejo de añorar la calidez de la tierra, sus colores, sus sabores y aromas. Las montañas que nos cobijan, los amaneceres con el majestuoso Cotopaxi. Mi madre, mi padre, mis hijos y mis nietos, la familia, los amigos, todos me faltan y sus recuerdos me ahogan. El desarraigo es muy doloroso, el partir, el quedarse, el alejamiento poco a poco va difuminando los recuerdo del alma. Por ello, debo aprender de la sabiduría de las tradiciones mexicanas, que dicen que hay que volver a reconocernos, volver a nuestros orígenes, a quienes somos. Como semillas renacer y germinar, una y otra vez a través de los otros, de sus palabras, de sus actos, de su solidaridad, de su compromiso.
Por eso quiero compartir con ustedes este poema regalado con amor, que está lleno de sentimientos encontrados que los exiliados del fascismo, del autoritarismo y de la injusticia vivimos.
¡Los vientos progresistas recorren nuestra Latinoamérica y con ellos vuelve la esperanza para millones! ¡Es cuestión de tiempo señala Rafael Correa! ¡Como en Argentina y hoy en Bolivia, en Ecuador volveremos y venceremos, a toda esta injusticia sabremos vencer!
- Asambleísta por la Provincia de Pichincha de la Asamblea Nacional del Ecuador
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