junio 17, 2025

Almagro no encontró evidencia estadística de fraude en los comicios de 2019 y ocultó un documento

Una investigación académica realizada por Jake Jhonston, del Centro de Investigación Económica y de Políticas, determinó que la OEA, dirigida por Luis Almagro, emitió informes “con muchísimos errores” sobre las elecciones en Bolivia en 2019 y sin evidencias estadísticas de fraude.

Sin embargo, lo más grave de la pesquisa es que los datos estadísticos del conteo rápido del TREP, observados por la OEA, y las cifras del reporte final de las elecciones, coinciden en un 99%, es decir que los datos que fueron considerados por el Organismo como irregulares o sospechosos, en realidad fueron confirmados en el cómputo final de las actas.

Sin embargo, esta coincidencia de los datos contenidos entre las cifras del TREP y el cómputo final, no fue hecha pública por el organismo internacional, dijo Jhonston en entrevista con el programa “Primer Plano”, de Bolivia Tv.

Dicho en otras palabras, Almagro no pudo sustentar con cifras y datos verificables que existió fraude, consigna que fue usada por sectores de la oposición en Bolivia para impulsar un golpe de Estado.

Por ejemplo, el informe preliminar de Almagro indicó que, en los comicios de 2019, tras la interrupción del TREP (sistema de conteo rápido) se presentó una “tendencia inexplicable” de aumento de votos en favor de Evo Morales.

Al respecto, el estudio estadístico realizado por el Centro de Investigación Económica y de Políticas, determinó que “no hubo ninguna tendencia que no se podía explicar estadísticamente” ya que las mesas observadas por la OEA estaban en regiones donde el MAS tenía el apoyo de hasta el 100% de los electores.

El 10 de noviembre de 2019, Almagro emitió un comunicado donde pidió anular las elecciones y cambiar a los integrantes del órgano electoral boliviano. Días antes, un informe preliminar del Organismo cuestionó el “cambio en la tendencia” de los votos en favor del MAS, por lo que el grupo enviado por Almagro, pidió una segunda vuelta electoral sin que concluyera el cómputo oficial.

Sin embargo, la investigación de Jhonston estableció que ese “cambio en la tendencia” señalada por la OEA en el conteo preliminar de las actas, se ratificó en el cómputo final en un 99%. Es decir, los datos que le parecían sospechosos o fraudulentos a la OEA, en realidad eran datos de apoyo al MAS que se confirmaron plenamente en el reporte oficial y final de los comicios de 2019.

Pese a ello, Almagro y la OEA ocultaron este dato referido a las cifras del TREP y su coincidencia al 99% con el cómputo final de las elecciones, indicó Jhonston.

Esas observaciones al trabajo de Almagro no fueron respondidas por la OEA que rechazó acudir a un reciente seminario organizado por la embajada de Bolivia ante ese Organismo. La entidad dirigida por Almagro dio por cerrado el tema de su intervención en los comicios bolivianos.

A pesar de ello, la investigación de Jhonston encontró que en las elecciones de 2019 se presentaron casos de mala escritura y algunas irregularidades menores, pero en ningún caso, esos hechos pudieron cambiar la tendencia general de la votación.

El investigador dijo que hizo conocer a la OEA la existencia de los “muchísimos errores” de sus informes estadísticos respecto a las elecciones bolivianas de 2019, pero la respuesta que recibió del Organismo fue la siguiente: “reconocer esos errores pero decir que Evo Morales no podía ser candidato”.

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