
Por Sergio Salazar Aliaga *-.
“Dolor de las últimas palabras, como siempre el tiempo se acaba, ya lo ves, ya lo ves… nos unió, un extraño espacio, nos fundió, una fantasía, parecía, todo tan despacio, no sabía, que todo acabaría”, es parte de la canción “Te imaginas”, con la cual Rodrigo Rojas inició su carrera musical. El autor nos habla al respecto.
Te imaginas
“‘Te imaginas’ nació en un sueño. Soñé con una especie de enamoramiento, que solamente estaba en sueños, desperté prácticamente enamorado de una persona que había conocido solo en sueños y en mi cabeza estaba sonando la melodía, la escribí en la tarde de un tirón, estaba en el colegio, tenía 16 años, la canté a mis amigos y les encantó; la canción original duraba siete minutos.
La canción tiene que ver con un montón de sueños, con una historia que se me estaba ocurriendo: la historia de un amor que solo existió en el mundo de los sueños, al despertar siempre se separaban, entonces las personas solo querían soñar para volver a estar juntas, era como un experimento, el tema era complicado, al final la gente la hizo suya ya que todo enamoramiento es como un sueño.
Fui a mostrarla a dos disqueras acá en Bolivia, de las disqueras transnacionales, y de esa en específico me dijeron que no era radial, que no iba a funcionar, que tardaba en llegar al coro y que no era una canción comercial; pero cuando grabé el disco me empeciné que esa era la canción.
Con esa canción comencé a viajar por todo el país, pude hacerme de mi primer público, los medios de comunicación me ayudaron muchísimo para poder llegar a la gente, sonaba en la radio Stereo 97, hubo mucha exposición, eso desembocó en que me invitaran al Festival de la Cultura en Sucre, donde me vi al frente de 10 mil personas y además ellos coreando la canción… me estremecí, ahí dije esto es definitivo, nadie me sacará de este camino.
Esa noche en el Festival de la Cultura abríamos nosotros, pero el plato fuerte era Alberto Plaza de Chile, en realidad fui como su telonero, hablamos un ratito, fue muy interesante, ahora, 20 años después, tuve la suerte de coincidir con él en varios festivales y grabamos una canción.”
La ida
“Me di cuenta que ya estaba siendo bien famoso en Bolivia, iba a la calle y me saludaban, ya no podía caminar, me pedían un autógrafo, pero al mismo tiempo la gente no iba a los conciertos, las disqueras se habían ido del país, era un momento difícil para los músicos bolivianos, incluso a los que en apariencia nos iba bien.
Para mí la música ya era un proyecto serio, de lo que quería vivir, entonces tuve la suerte de conocer a Alejandro Filio, cantautor mexicano, cuando visitó Bolivia, dio un concierto y después siempre hay un el after… mis amigos eran los organizadores, estaban los del dúo Negro y Blanco, y les dije que yo ponía la casa, la fiesta después del concierto se armó en mi casa, ahí estuvimos guitarreando, una fiesta hermosa donde pudimos hablar, me contó cómo era la movida en México de los trovadores, cantores que admiraba mucho y que ya conocía, como Fernando Delgadillo, Edgar Oceransky, ahí pensé que ese era un país donde existe mucha creatividad de este estilo de música.”
México
“Me lancé solo a la aventura, me fui a vivir a la casa de unos amigos bolivianos, lo único que sabía era que iba a entrar a estudiar al Centro Universitario de Música Fermatta, lo demás era ir con la guitarra al hombro y buscarme la vida.
A los dos meses estaba solicitando mi visa de estudiante, y por un error en la carta que mandó la Universidad me negaron la visa y me entregaron un papel donde decía: ‘Usted tiene 15 días para abandonar el país’. Salí súper triste, con todos mis papeles que había llevado, de todo el proceso burocrático, en eso choqué con una persona y me pidió perdón, me ayudó a levantar todo… y cuando levanto la cabeza, era el maestro José José, se fue caminando, para mí eso fue una señal de que México quería que me quedara, busqué mil manera para regularizar mi situación.
Es así que seguí estudiando tres años en esa Universidad, de esa escuela salió Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana –ella fue compañera mía en alguna clase–, María Bernal –que es una tremenda compositora–, Camila Sodi, o sea, una escuela de muy alto nivel. Mi primer amigo fue un venezolano que ahora es un excelente ingeniero de sistemas que vive en Estados Unidos, ha trabajado con Paul McCartney, Roger Waters, gente pesadísima… él me ha hecho el favor de mezclar mi último disco allá en New York; Fernando Rodríguez se llama.
Cuando llegué, a dos cuadras de mi casa había un lugar que se llamaba ‘El mesón de la guitarra’, era un espacio trovero y el que se encargaba de seleccionar a los cantautores era César Espada, el autor de ‘Niña Camba’, ahí me di cuenta que él es una eminencia en México, una leyenda viva, lo conocen muchísimo, varios artistas pasaron por él, hicieron casting; él fue el primero en darme trabajo, me dijo que ya había escuchado de mí y que me subiera al escenario a cantar algo.
Saliendo me acompañó a mi casa, me acuerdo, nos dio una cátedra de cómo uno tiene que moverse en México –yo estaba con mi mamá–; me pregunto qué había venido a hacer y me dijo que comenzara a tocar en la peña desde la próxima semana.
Después empecé a tocar en diferentes peñas, así le llaman a los bares donde tocan trova, muy distinto a las peñas acá en Bolivia, donde la guitarra rota… allá es un escenario donde frecuentan los cantautores. Comencé cantando cover y me sentí adoptado con ese movimiento de la canción, tocaba de martes a sábado en diferentes lugares de la ciudad, poco a poco fui poniendo mis canciones, comencé a conocer a cantautores y a vender mis discos.”
Feat
“Ellos me fueron iluminando el camino, para agarrar mi propio sendero, algunos, como ser Edgar Oceransky, me iban invitando para abrir sus conciertos en teatros bastante grandes. Hemos grabado un disco que se llama ‘Más allá del tiempo’, con el cantautor Adrián Gil ‘El Tigre’ y Bernardo Quezada.
Con Alberto Plaza tuve la oportunidad de grabar la canción ‘Vaivén’, que viene en el disco que se llama ‘Vivo’. Es un tipazo, teniendo la trayectoria que tiene es una persona muy humilde, modesto, amable, de una nobleza increíble, me hizo admirarlo más y ya no como artista, sino como persona. Le mandé la canción después de participar en el Trovafest, un festival enorme acá en la ciudad de Querétaro, y él no tardó ni cinco minutos en responder… y, bueno, trabajamos juntos, pronto lanzaremos otras cosas más.
Con Alejandro Filio estamos en un proyecto que publicaremos muy pronto.”
- Cientista Político.
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