diciembre 11, 2024

Bolivia despliega un plan integral para mejorar la salud de familias de la Amazonía

El Gobierno de Luis Arce desplegó brigadas de atención integral en decenas de comunidades de la Amazonía alejadas de centros urbanos, donde la falta de médicos preocupa enormemente a las familias indígenas. El ministro de Salud, Jeyson Auza, visitó la comunidad Santa Isabel, de los pueblos Yuracaré y Mojeño, para supervisar el trabajo de las y los brigadistas.

Quienes viven en Santa Isabel tienen que viajar 15 horas por el río Ichilo para llegar hasta Puerto Villarroel, el centro urbano más cercano, en el departamento de Cochabamba (centro). Las y los comunarios recuerdan el fallecimiento de gente del lugar en el trayecto fluvial, antes de llegar a la tan necesaria atención médica que brindan en el poblado.

Por algunos días, llegaron a la comunidad los servicios que anhelaban: médicos de varias disciplinas atendieron a quienes lo necesitaban entre las 40 familias locales. También se abrió una precaria sede del Banco Unión —custodiada por dos policías—, donde pagaron a algunas mujeres el Bono Juana Azurduy. En otra habitación en construcción se entregaban los alimentos que el Estado otorga a las gestantes.

Allí estaba también la coordinadora nacional del Bono Juana Azurduy, Zulma Rodríguez Quimsamolle, quien contó a Sputnik que este programa fue creado en 2009, durante la presidencia de Evo Morales (2006-2019) «para beneficiar a una población vulnerable, como son las mujeres en estado de gestación y los niños menores de dos años que no cuentan con ningún tipo de seguro a corto plazo».

Una de las finalidades de este programa es que las mujeres acudan a controles integrales de salud mensualmente y «que el parto y control posparto sea realizado por personal capacitado en medicina materno-infantil», dijo la coordinadora nacional.

Asimismo, se procura que niñas y niños accedan a controles integrales hasta sus 2 años, haciendo seguimiento a la talla, peso y cumplimiento del calendario de vacunas de cada uno.

La coordinadora nacional recordó de memoria la cifra de personas alcanzadas en 13 años del Bono Juana Azurduy: «Hemos llegado a 1.308.510 gestantes. En cuanto a niños menores de dos años, son 1.583.647 los beneficiados».

Además de los controles médicos, las y los beneficiarios reciben pequeñas sumas de dinero. Por cada control prenatal bimensual, a cada futura mamá se le otorgan 50 pesos bolivianos (7 dólares). Por las cuatro visitas médicas de la gestación, reciben en total Bs. 200 (unos 28,50 dólares).

Por el parto y por cada control posparto, «les cancelamos Bs 120. Con esto garantizamos que la atención se realice en los establecimientos correspondientes. En cuanto a los niños, por cada control bimensual les cancelamos Bs 125. Así, hasta los dos años habrán recibido un total de Bs 1.500», unos 215 dólares.

Para quienes viven en comunidades alejadas de centros urbanos, las ayudas monetarias solamente alcanzaban para cubrir los gastos de transporte para hacer el control correspondiente. Por ello Rodríguez destacó la importancia de llevar el banco hasta la misma comunidad.

«Nuestro objetivo es llegar a toda la población en todos los rincones del Estado Plurinacional», dijo Rodríguez. Y comentó que durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020) «se ha descuidado a los pueblos originarios campesinos. No tenemos ningún registro de que alguna brigada médica haya ingresado a estos pueblos».

La coordinadora nacional resaltó que otras instituciones acompañan a la brigada, como el Servicio General de Identificación Personal (SEGIP) y el Servicio de Registro Civil (SERECI), que se encargan de entregar partidas de nacimiento a las y los niños de las comunidades que no están inscriptos. En el mismo sentido, confeccionan cédulas de identidad para quienes carecen de ellas.

En un tuit, el presidente Arce informó que para la realización del programa de atención integral se destinaron Bs 370.000, con los cuales llegarán a 1.284 indígenas de 23 comunidades de pueblos amazónicos como el Chimán, el Mojeño o el Yuracaré.

Atención médica permanente, la principal necesidad

Andrés Moye Noza, de 63 años, es del pueblo Mojeño y vive en Santa Isabel con su familia. En diálogo con Sputnik, sostuvo que la comunidad requiere mejor atención médica: «Lo que ahorita necesitamos es doctores permanentes, que vengan a trabajar aquí justamente, con nosotros».

Hasta el momento, un equipo médico llega una vez por mes a Santa Isabel, adonde acuden vecinos de otras comunidades para hacerse atender. Todos viven en el Territorio Comunitario de Origen (TCO) Yuqui CIRI, de 115.000 hectáreas y que comprende a nueve poblaciones del Consejo Indígena del Río Ichilo (CIRI).

Alexander Rodríguez es profesor en esta comunidad desde hace 10 años. En el mismo sentido que don Andrés, dijo a Sputnik: «Queremos doctores que estén permanentemente en nuestro centro de salud, que se construyó hace cinco años pero aún no tiene un doctor o enfermera».

Explicó que «la gente de la comunidad a veces se enferma por picaduras de víboras. O tienen accidentes porque se dedican a la pesca, pero no se los puede atender porque no contamos con un doctor permanente».

Según el profesor rural, «hay personas que han fallecido en el trayecto hasta Puerto Villarroel, mientras los trasladaban en canoas, chalanas o pontones. Tres meses atrás, una madre ha dado a luz en este trayecto, pero ha fallecido el niño».

Un anuncio esperado

Hacia el mediodía del sábado 23 de abril, la proverbial calma comunal se interrumpió cuando dos helicópteros atravesaron el cielo sobre Santa Isabel. De uno de ellos descendió el ministro Auza, quien fue recibido afectuosamente por las autoridades y por los sones de la Tamborita, una banda autóctona compuesta por comunarios que tocaban flauta, bombo y redoblante.

«Ustedes saben que en el país hemos vivido una pandemia que ha afectado a todo el mundo. Pero más allá del COVID-19, hay otras enfermedades que no podemos descuidar, hay otras acciones en salud que debemos seguir realizando», dijo el ministro.

En este sentido, afirmó que «es importante que nuestros niños reciban otras vacunas, que las mujeres embarazadas reciban su subsidio y accedan a controles para viabilizar el nacimiento de un niño sano y que la madre no vaya a fallecer en el momento del parto».

Por ello, indicó que el Bono Juana Azurduy «no es el objetivo final, pero es un medio que permite realizar control al binomio madre-niño».

Auza remarcó que por primera vez un ministro llegaba a esta comunidad tan aislada. «Visitando comunidades, nos damos cuenta de que existen necesidades, como nos decía el cacique comunal. Tenemos necesidad de profesionales en salud que estén de manera permanente acá en Santa Isabel, porque todas las comunidades también son Bolivia».

El ministro afirmó que se aprobó contratar a 10 profesionales de la salud para todo el TCO: «Hemos traído acá el memorándum de designación para profesionales que van a estar de manera permanente acá: auxiliares de Enfermería, cirujanos dentistas, médicos cirujanos, médicos generales».

Según Auza, «estos 10 ítems son el regalo de nuestro presidente para esta región, donde se concentran varias comunidades».

«Quiero agradecerles por el cariño de una comunidad con la cual nos sentimos identificados. Es un gusto visitar este pedacito hermoso de paraíso. No vamos a descuidarlos», agregó el ministro.

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