junio 17, 2025

Perú: Dina Boluarte, la Casa Blanca y su pandilla

Por Helena Paz * -.


Más allá de cualquier interpretación acerca de las causas que detonaron el actual conflicto político y social en Perú, los hechos hablan por sí mismos: el 9 de enero las fuerzas de seguridad del Estado asesinaron a mansalva a 17 personas en Juliaca, al sur del país; el día 21 de enero la Policía allanó la Universidad Mayor de San Marcos, violando la autonomía del Campus, destruyendo mobiliario y deteniendo a casi dos centenares de estudiantes.

Hasta hace tres días la cifra de víctimas fatales en Perú escalaba a 64 personas.

Ciertamente, hace dos semanas el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se aventuró a publicar en su Twitter: “Condenamos la muerte de al menos 17 personas y decenas de heridos en #Perú producto de enfrentamientos entre manifestantes y policía en la provincia de Juliaca. El uso desproporcionado de la fuerza no es admisible. Llamamos a detener la violencia y al más pleno respeto de los DDHH”.

El mensaje de la autoridad sería plausible de no haber sido precedido, a inicios de diciembre, por estos otros dos comentarios: “Lo ocurrido hoy en Perú, al disolver Castillo el Congreso sin base constitucional, constituye una alteración del orden constitucional”; “Saludamos a la Presidenta de Perú @DinaBoluarte y su llamado a la unidad nacional. Reafirmamos el apoyo a de @OEA_oficial a la democracia, paz, institucionalidad y a la imperiosa necesidad de recomponer la senda democrática; con un diálogo incluyente, abierto, franco y respetuoso”.

No cabe duda de que la OEA con sus falsos llamados a la “democracia, paz, institucionalidad… diálogo incluyente…” una vez más se convirtió en protagonista de la desestabilización política de un país de la Región (su antecedente más próximo fue el derrocamiento de Evo Morales en 2019), al tiempo que cómplice directo de aspirantes a dictadurzuelas y alentadores de las flagrantes violaciones a los DDHH, en este caso en Perú.

Las peticiones del pueblo movilizado son claras y sencillas, no dan para dobles lecturas: “La lucha va a continuar en todas las regiones hasta lograr la renuncia de Boluarte, elecciones este mismo año y el referendo para la (Asamblea) Constituyente», como expresó el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Gerónimo López.

Entonces, cabe preguntarnos: ¿La OEA y Almagro apoyan la renuncia de Boluarte? No, le dan oxígeno para que se mantenga en su cargo. ¿La OEA y Almagro apoyan y dan garantías a un nuevo ejercicio electoral? No, mediante sus documentos y declaraciones han condenado al presidente constitucional, Pedro Castillo, y han dado cobertura legal a Boluarte y su régimen. ¿La OEA y Almagro apoyan el pedido de consulta para una Asamblea Constituyente? No, les acomoda el statu quo, favorable al fujimorismo y la oligarquía criolla.

En síntesis: La OEA y Almagro fueron, son y serán los mejores aliados de Boluarte y sus esbirros.

Y no nos confundamos, porque “cuando suena el río es porque piedras trae”. Y el río que actualmente suena en boca de las personas que verdaderamente luchan por la restauración democrática en Perú nos muestra sendas piedras: presencia de extranjeros asesorando y operando en materia de represión paraestatal; sombríos servicios especializados actuando ilegalmente para profundizar la crisis; y la eventual jugada maestra de la OEA y sus acólitos locales y regionales: conformar una comisión internacional veedora de la situación política, estado de los DDHH y de la democracia, supuestamente imparcial… aunque todos sabemos que esa “imparcialidad” de comisiones de este tipo, monitoreadas desde Washington, solo pueden significar desastres para la población civil.

¿Será que esta vez el pueblo movilizado le dobla la mano a la oligarquía? ¿Será que la OEA fracasa en su criminal actuar en esta parte del continente? ¿Será que se está a tiempo de impedir que se instalen de manera permanente mercenarios extranjeros dispuestos a destruir Perú? ¿Será que el pueblo con su lucha logrará conquistar sus demandas genuinamente democráticas y dará un portazo en la cara a cualquier comisión extranjera que convoque a la paz o lo que sea, frenando así correr la misma suerte de Haití y ser ocupados por los siglos de los siglos?

Al parecer en Perú todo está recién comezando y la pelea no es otra que la dignidad humana versus la Casa Blanca y su pandilla.


* Comunicadora social.

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