
La Paz-. (ABI). – Bolivia volvió a la senda del crecimiento económico y logra mantener estabilidad de precios luego de los efectos del quiebre constitucional en 2019, la pandemia del Covid-19 en 2020 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania en 2022, afirmó el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui.
En contacto con la red de medios estatales, la autoridad gubernamental expresó su preocupación respecto a que en los últimos días políticos de posición y algunos analistas hablaron respecto a la situación de la economía boliviana.
“Se está poniendo en duda el tema de los indicadores y de la estabilidad misma de la economía boliviana. Para entender lo que está sucediendo en la economía boliviana es necesario explicar cómo ha recibido nuestro presidente Luis Arce la economía”, dijo.
Recordó que desde el año 2006 hasta el 2019, Bolivia tuvo un proceso de crecimiento económico sostenido; sin embargo, en 2020, producto del quiebre constitucional y la llegada de la pandemia del Covid-19, el país vivió “una de las caídas más grandes de la economía” de cerca al 9%.
“Esta caída de la cerca al 9 por ciento no se veía ni siquiera en la época de la década del 80, de la crisis de la hiperinflación (…) Esa es la magnitud de la caída y del achicamiento de la economía boliviana que hemos tenido en la gestión 2020”, señaló.
Durante el gobierno de Jeaninne Áñez, el primer trimestre de 2020 el crecimiento económico era de cero, cuando no había pandemia y producto del quiebre constitucional; el segundo trimestre de ese año, esa caída llegó al 13%, debido a la mala administración económica y mal manejo del Covid-19; y el tercer trimestre de esa gestión, también se registró un desplome del 12%.
“Partimos de un hundimiento de la economía al tercer trimestre de 2020 de cerca al 12 por ciento, (pero) esa caída del 12 por ciento se logra revertir parcialmente hacia el cuarto trimestre de 2020 por eso cerramos el año 2020 con una caída, con un achicamiento de la economía de cerca al 9 por ciento”, explicó el ministro.
Apenas asumió la administración del Gobierno nacional, en noviembre de 2020, el presidente Luis Arce emprendió el proceso de reconstrucción de la economía boliviana mediante diferentes medidas económicas y sociales.
Lo primero que se hizo fue restaurar el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), se reactivó la inversión pública y se puso en marcha diferentes medidas de política económica vinculadas a la oferta y demanda.
Entre esas políticas está el crédito SIBOLIVIA para la reactivación de las micros, pequeñas, medianas y grandes empresas a una “simbólica” tasa de interés del 0,5%, además del Bono Contra el Hambre de Bs 1.000 que benefició a más de 4 millones de personas.
A esas dos principales medidas para la reactivación se suma el Plan nacional de lucha contra la pandemia del Covid-19 a través de vacunas, insumos, medicamentos y equipamiento a hospitales del país.
“Entonces a partir de las medidas de política económica y de manera paralela, la contención y atención de la pandemia, hemos logrado iniciar el proceso de reconstrucción de la economía boliviana”, afirmó la autoridad.
Resaltó que, en ese contexto, Bolivia retornó a la senda del crecimiento económico con una tasa del 6,1% en 2021 y con 4,3% al tercer trimestre de 2022, tras “registrar en 2020 la caída más fuerte de la actividad económica no vista en más de 67 años”.
Crisis económica mundial
Pero Bolivia no sólo se recuperó de la crisis de la pandemia del Covid-19 y de los efectos del quiebre constitucional, sino también enfrentó la crisis económica mundial ocasionada por la guerra en Europa.
“Apenas estábamos saliendo de los efectos de la pandemia, ni bien estábamos logrando salir como economía mundial apareció el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y eso ha generado mucha mayor volatilidad”, sostuvo Cusicanqui.
Explicó que a causa de la guerra en Europa se inició un proceso inflacionario; es decir, tasas de inflación que no se veían desde la década del 80, en la economía mundial principalmente en países desarrollados como Estados Unidos y Europa.
“¿Eso que significa?, significa que en esos países la inflación se ha convertido en problema porque estaba afectando a la gente a través del incremento de los precios y por eso las economías desarrolladas han tomado la decisión de controlar esa inflación a través de la subida de tasas de interés”, puntualizó.
La autoridad destacó que, en ese contexto internacional, Bolivia logró retornar a la senda del crecimiento económico con la inflación más baja en la región y una de las tasas más menores en el mundo.
“En ese contexto internacional complejo, lleno de incertidumbre, Bolivia ha retornado a la senda del crecimiento económico, mantiene una estabilidad de precios que brinda tranquilidad a las familias bolivianas y a partir de ahí también retorna a la estabilidad económica que se tenía hasta parte del año 2019”, remarcó.
De acuerdo con los datos del ministro, a esos logros se suman que la tasa de desocupación en el país disminuyó de casi 11% en 2020 a 4,3% en 2022. En tanto, la pobreza extrema bajó de 13,7% en 2020 a 11,1% en 2021, mientras que la pobreza moderada redujo de 39% en 2020 a 36,3% en 2021.
Asimismo, al primer trimestre del presente año, Bolivia registró una inflación de -019%, una de las tasas más bajas de la región y reflejo de la estabilidad de los precios en la economía nacional.
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