
Por Sergio Salazar Aliaga *-.
Diego Prieto es un coleccionista de vinilos y un entendido en la música, además de ser un buen publicista. Pudimos reunirnos en su departamento, donde me deleité con algunos de sus libros, cd y, por supuesto, los discos de vinilos. Esta es una primera parte de la conversación que tuvimos.
Sui Generis
“Mi mamá fallece cuando yo tengo 18 años, en mi primer año de universidad, y entre las muchas cosas que estábamos ordenando, separando, guardando, botando, regalando, encontré unas cajas donde estaban sus libros de Sociología. Entre esas cosas habían también casetes de Emma Junaro, Savia Nueva, encontré uno que decía Sui Generis, pensé que eran de todo un poco; cuando lo puse me di cuenta que eran las canciones que cantábamos en la casa de Micky-bar, un lugar que llamábamos así porque tomábamos ahí, él se llamaba Miguel, teníamos tres guitarristas y entre las canciones que cantábamos estaba Sui Generis. Mi papá tiene más influencia de Los Grillos, rock boliviano.
Desde niño me gustó la música, escuchábamos en los viajes, pero el clip de la influencia que tengo ahora fue por el casete de Sui Generis, además que me hacía referencia a mi mamá; Charly va ser una persona que influye en mi vida en todo nivel.”
Charly García
“Después comienzo a buscar su música, compro un cd pirata, habían unos discos colombianos de buena calidad, encontré el disco del ‘MTV Unplugged’ de Charly García, lo compro en unos Bs40, en momentos que mi economía no era muy alta, era mi mesada, pero dije: ‘No saldré a ningún rato pero me llevo el disco’, lo escucho y no tenía ninguna canción de Sui Generis, pero todas las canciones eran increíbles, algunas ya las conocía, por ejemplo ‘Demoliendo hoteles’, que había escuchado sin tener mucho contexto, pero cuando uno la escucha y profundiza se convierte en algo de otro nivel, no es una canción de joda, sino que es muy profunda. Desde esa vez Charly García acompaña mi vida, y conocí a mucha gente que quiero, amigos con los que compartimos los mismos gustos.
Viajé a la Argentina a Buenos Aires solo por escuchar a Charly, fui hasta la puerta de su casa, porque me genera un vínculo, además es el ingreso de la música como la entiendo ahora, de un modo diferente; por ejemplo, en un concierto lo presenta a Luis Alberto Spinetta, entonces yo tenía que buscar quién era, qué hacía, cuál era su trabajo… más allá de ‘Muchacha ojos de papel’ no lo conocía mucho.
La influencia de Charly García es para toda una generación. Una vez recuerdo que estaba leyendo una crónica escrita por el ‘Papirri’, Manuel Monroy, y decía que cantaba la ‘Canción para mi muerte’ para conquistar a chicas; entonces me abre un mundo musicalmente hablando, es un hecho de conectar y sintonizar con eso, es mi puerta a muchas cosas más.”
Comienzo de los discos
“Mi primer casete comprado con mi dinero fue de Jorge Eduardo, tenía seis años, y era lo que mi papá escuchaba, además bolivarista. Jorge tenía un grupo de rock, no me acuerdo ahora el nombre, pero mi papá me hizo escuchar; igual me hablaba de Climax, de 50 de Marzo, de Los Grillos. En realidad mi padre es un coleccionista de Los Grillos, tiene todos los vinilos.
Cuando comienzo a elegir me gusta la primera etapa de Octavia, Llegas, Loukass. Cuando el Grillo dice que no quiere hablar de la época de Loukass es cuando comienzo con los vinilos, pero también a buscar discos del rock boliviano. Tengo los dos discos de Loukass, pero en vinilos a Redsox, que no los conoce mucha gente, entre otras cosas.
Ahora tengo unos mil vinilos, pero mi colección fuerte deben ser de los 200 a 300 discos, entre cosas raras y las que más me gustan.”
La Noche
“En lo personal no me gusta salir los sábados, prefiero salir los viernes, pero me encantan los jueves, cortar la semana con una salida, hubo un tiempo donde todos los jueves iba al pub Equinoccio a ver el Maratón Rock, escuchar nuevos grupos, habían unos de punk que eran puro ruido, súper duros, bien puro, y ver también grupos de rock con mezcla de instrumentos andinos y esas cosas.
Además me gustaba, porque mi mamá me decía que tenía alma de excombatiente, que todas las cosas las iba guardando, cachivachero, entonces me gustaba ir a conocer las nuevas bandas y me compraba sus discos a Bs10, baratos, que ellos mismo lo producían y los iban a vender para poder promocionarse.
Después de unos años los revisé y los volví a escuchar, entre ellos están bandas como La Burquina, Kusillo, Oz, por eso en formato cd tengo cosas muy interesantes que hoy se han convertido en material referencial.”
Wara
“Tengo toda la colección de Wara en vinilos, en la búsqueda de conseguir el álbum ‘El Inca’, que al final no obtuve el original pero sí la reedición europea, para llegar ahí y tener el disco aparecieron amigos en el camino, porque el coleccionista te dice que prefiere que lo tengas vos a que lo tenga un subastador, alguien que lo va negociar y que no entiende el valor de estas cosas.
Entonces de Wara tengo ‘El Inca’, de 1973; ‘Maya’, de 1975; ‘Paya’, de 1976; ‘Quimsa’, de 1978; ‘Pusi’, de 1982; ‘Pheska’, de 1989; ‘Sojta’, de 1992; ‘Oriental’, de 1977; y ‘Villancicos 1 y 2’, que son los dos pequeñitos, el uno es conocido y el dos muchas personas no saben de su existencia. Para cerrar la colección completa de los vinilos me faltaría ‘El Inca’ en su versión boliviana.”
Rarezas
“Tengo una edición del ‘The Dark Side of the Moon’ de Pink Floyd en una versión ecuatoriana –me lo vendió mi amigo Huascar Cajías–, que tiene un nivel de fidelidad mejor que la versión americana. Huascar me dijo que no me deshaga nunca de ese disco, aunque me ofrezcan 20 mil Bs; a mí me lo dio en un buen precio, esta edición ecuatoriana, que la tapa no es muy finita, tiene un sonido superior, se escucha increíble.
Tengo un disco de Roberto Pettinato, el saxofonista de Sumo, es nuevo, salió hace un año. ¿Qué es lo interesante de esto?, que es el último disco de estudio de Charly García, es decir, su último trabajo, está hecho en los Estados Unidos, así que ni en la Argentina hay muchas ediciones; en realidad este es el 107 de 500 ediciones. En este disco se hacen reversiones de jazz de Charly, quien canta en algunas y toca en varias otras; tiene un gran valor, solo 500 personas lo tienen en el mundo y muchos músicos de rock, fanáticos y coleccionistas lo quieren. Tengo un par de vinilos de Charly de bandas sonoras además.”
- Cientista político.
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