diciembre 11, 2024

Nuestra Lucha, órgano de la FSTMB

Por Luis Oporto Ordóñez *-.


A partir de su creación, el 11 de junio de 1944, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb) sufrió los rigores de la represión estatal, fruto del cual su memoria histórica fue sometida a destrucción sistemática debido a que las dictaduras tomaron como objetivo político sus archivos.

Los secretarios permanentes de la Fstmb resguardaron la memoria sindical minera con celo, poniendo en riesgo su propia existencia. Otros documentos fueron retenidos por los propios dirigentes, quienes se llevaron los archivos de su gestión cuando concluyeron su responsabilidad sindical.

La última dictadura, de Luis García Meza, destruyó el histórico edificio de la Fstmb, lo que obligó a la dirigencia sindical a poner a salvo su memoria histórica a través de una ONG francesa que se llevó los archivos a aquel país con el compromiso de microfilmarlos y devolver los originales una vez que se restituyera la democracia. Los documentos no volvieron. En agosto de 1985 el gobierno neoliberal de Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21.060, que instruyó el cierre de los centros industriales mineros y la relocalización de 27 mil mineros y sus familias. Los archivos sindicales fueron condenados a su destrucción.

Ante esa situación la Fstmba determinó la creación del Sistema de Información y Documentación Sindical (SiDIS), por resolución del congreso del 7 de julio de 1986, con la misión de reconstruir y resguardar la memoria histórica de la Federación. En su trayectoria el SiDIS logró implantar el sistema de archivo sindical con transferencias periódicas de documentación inactiva por parte de los entes sindicales afiliados a la Fstmb, un ejemplo único en su género a nivel internacional. En 2022 presentaron sus instrumentos descriptivos, lo que es una señal de su alto desarrollo archivístico alcanzado.

Hoy dan un paso más en su fortalecimiento, pues han tomado para sí el desafío de publicar la revista institucional de la Fstmb, órgano oficial del sindicalismo.

En efecto, volvió a las calles la revista Nuestra Lucha, órgano de la Fstmb, Nueva Época, editada por la Fstmb con el apoyo del SiDIS, bajo la dirección de Luis Fernando Ríos.

La revista, presentada como Nueva Época, viene a ser “la continuación de las publicaciones que se realizaba como órgano de la Fstmb luego de la fundación de la Federación de Mineros con el objetivo de gestar la unidad de todos los trabajadores de Bolivia, para afrontar las consecuencias de políticas mal orientadas y antinacionales”, como señala la Fstmb en su presentación.

En ella explican que el objetivo político de esta revista esencialmente sindical es el de ser “el eco de todo un pueblo que lucha por mejores condiciones de vida, por la defensa de sus conquistas y por la integridad moral y material de la patria”, enunciando su el objetivo estratégico con la misión de “apoyar la información y formación de nuevos cuadros de dirigentes obreros, recuperando la riqueza documental del Archivo Histórico Sindical Minero resultante del trabajo del SiDIS que tiene el objetivo de resguardo documental sindical de los mineros”.

Es la expresión política más alta alcanzada por la archivística boliviana, pues, parafraseando a Marx, podemos decir que el SiDIS pasa de ser un “archivo en sí, a un archivo para sí”, es decir, a la “existencia de un archivo como tal? a un archivo consciente de su posición y situación histórica”, en un reflejo exacto de la clase obrera.

Nuestra Lucha cumple también el importante rol de mecanismo de comunicación entre la Fstmb y la sociedad y medio de articulación orgánica entre la Fstmb y la dirigencia sindical de las federaciones regionales, de los sindicatos locales y las bases de trabajadores mineros, con Conacmin y los Comités de Amas de Casa de los distritos mineros, con el propósito final de “impulsar el reconocimiento social del sector minero y sus organizaciones difundiendo información acerca de la realidad que vive”, lo que explica que en sus ediciones incluya una sección informativa orgánica y otra no menos importante referida al “proceso cronológico anual de la fundación de los sindicatos”.

Nuestra Lucha es escrita, editada y publicada por la voluntad política de la Fstmba. Los temas que tratan son sindicales, archivísticos e históricos, con visión de Estado, como es precisamente la condición de la clase obrera minera. Sus redactores lo conforman dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional de la Fstmb, exdirigentes mineros y los expertos del Archivo Histórico Minero.

Nro. 1. Diciembre 2022: Víctor López Arias, un auténtico líder minero (Fernando Ríos); Las radioemisoras mineras en Bolivia (Nilda Llanqui); Congresos Nacionales Mineros de la Fstmb. Fuente ideológica gestada y resguardada en el SiDIS (Danny Ugarte); La lucha revolucionaria de la mujer minera (Fernando Ríos); El problema nacional y el papel de los trabajadores mineros de Bolivia (Guillermo Dalence); Presos y rehenes (José Pimentel); La Tesis Política de La Chojlla, 1988 (Fernando Ríos); El Sindicato Minero de Siglo XX (Nilda Llanqui); Colque Porco (Vladimir Aviza); La Masacre de Catavi y el Día del Trabajador Minero Boliviano (Nilda Llanqui).

Nro. 2. Febrero 2023: Juan Lechín Oquendo y la Revolución Nacional de 1952 (Gonzalo Trigoso); La Federación de Mineros “clandestina” y la huelga de hambre de cuatro mujeres mineras (Guillermo Dalence); Comibol: ¿A dónde vamos? (José Pimentel); La masacre de Cerdas (V. Aviza); La defensa de la mina de Milluni (Fernando Ríos); La resistencia armada en Caracoles (Macario Tola); La “Masacre de Navidad” en Amayapampa y Capacirca (Mamerto Goyochea); Fundación del Sindicato Mixto de Trabajadores Mineros de Colquiri (Fernando Ríos y Nina Llanqui). Incluye noticias: Pliego Nacional Fstmb 2023 y Nuevas publicaciones de la Fstmb y el SiDIS.


  • Magister Scientiarum en Historias Andinas y Amazónicas y docente titular de la carrera de Historia de la UMSA.

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