La ciudad de La Paz tiene mucha historia por contar, es maravillosa, como definía Tristán Marof: “La Paz es una especie de capital trágica, y sin embargo riente, alegre en sus fiestas”. Es donde uno respira cultura, por eso llegó a ser Capital Iberoamericana de las Culturas.
En estas sesiones culturales con los amigos de la Comunidad del Vinilo Radio repasamos algunos de sus segmentos más importantes.
Tesoros Ocultos
“Mi nombre es Daniel García Rocabado, tengo una pasión por la música desde muy temprana edad, hasta cierto punto inculcado por mis padres, y también el entorno de los amigos. Cuando era niño me gustaba The Beatles, y a mediados de los 90 me comienza a gustar Nirvana. Iba a la casa de uno de mis mejores amigos y poníamos MTV para ver los videos.
A mediados de los 90 empiezo a descubrir el rap y entré a esa subcultura. Es un proceso que uno tiene en la juventud, uno busca algo diferente a lo de nuestros padres. Yo escuchaba Gansta Rap, Dr. Dree, Snoop Dogg, Tupac, DMX. Estuve unos buenos años con eso.
Salí del Colegio Alemán en 2001, y me fui a vivir a Alemania en 2003. Allí me encuentro con otro tipo de música, con el revival rock. Entonces comencé a escuchar The Strokes, The Cure, había una buena movida y me comenzó a gustar mucho. Estaban The Libertines, The Clash, y comencé a descubrir cosas nuevas. También di un paso hacia atrás, un retroceso, y escuchaba rock psicodélico de los 60, punk, me quedé como 11 años allá.
Soy coleccionista desde el colegio. Tenía una mesada y la invertía en casetes. Hasta que llegué a un punto en mi vida en el que me comenzó a gustar el vinilo. Fui a visitar a un amigo en Bruselas, Bélgica. Él tenía una compañera de piso que era italiana y tenía un tocadiscos. El fin de semana fuimos a un mercado de pulgas y esta chica se compró un par de discos. Me acuerdo que compró uno de Édith Piaf, cantante francesa. Cuando volvimos al departamento nos dijo escuchemos el disco, y yo quedé impresionado con el sonido del vinilo. Me encantó el ritual.
Al volver a Alemania, por cosas del destino, uno de los inquilinos se fue. En el sótano estaban las bauleras, la de él quedaba al lado de la mía. Fui a ver qué había dejado, y justo eran discos de vinilos. Música clásica, coros infantiles, pero había un disco de Joy Division, la banda de post-punk inglesa formada en 1976 en Salford, Manchester; a mí me gustaba esa música, toda esa movida. Lo agarré y me fui a comprar por primera vez una tornamesa y un amplificador. Así empezó todo.
Lo lindo de Alemania es que hay bastante cultura del vinilo. Te hablo de 2010 más o menos, había tiendas especializadas que vendían discos en buen estado, accesibles; ahí comencé mi colección. Pero hace unos años, en 2016, volví a Bolivia y traje discos. Me traje unos mil discos. Por el peso fue un reto hacerlo, tuve que armar cajas para que lleguen en perfecto estado.
El primer año que llegué a Bolivia fue un poco triste, pensé que no podría continuar con el hobby como lo estaba haciendo en Alemania. No había muchas opciones, buscaba en Facebook, preguntaba amigos para saber dónde podía comprar, no había tiendas. Creo que hay una en la plaza Alonso de Mendoza, en el pasaje San Francisco, pero no es a lo que estaba costumbrado. Quería continuar comprando y que crezca la colección.
En 2018, un amigo, Johnny McGregor, que tiene una tienda de discos en Arica llamada Sónico Sótano, comenzó a ofertar discos. Le pedí algunos. Él llegaba a entregar. Éramos los mismos, ahí se comenzaron a crear amistades, así nos conocimos.
Ahora tengo alrededor de dos mil discos. Tengo bastantes discos heredados. Los tengo como referencia. Discos que activamente tengo son unos mil, son el grueso de mi colección.
En la radio tengo mi sector llamado ‘tesoros ocultos’. Yo hablo de artistas y discos ocultos que no tuvieron mucho éxito comercial cuando salieron, que están un poco alejados del mainstream, que es la corriente o tendencia mayoritaria, pero tienen un grupo de fanáticos apasionados.
Muchas veces el artista o el disco podrían ser muy exitoso por cuestiones del destino. Recién hice un programa sobre Daniel Johnston, que sacó discos en los 90. Hizo grabaciones bien caseras y llegó a tener cierta fama en los 90. Kurt Cobain dijo que era uno de sus artistas favoritos. Era autista y por ese motivo nunca pudo venderse como artista.”
Jazz Beats
“Mi nombre es Ever Coarite. Mi influencia principal ha sido mi viejo, a él le gustaba escuchar los clásicos ochenteros. Sin embargo, años después le presté mayor atención para saber qué canciones eran o de qué discos venían o qué artistas son, qué proponían; la idea era indagar un poco más, no solamente quedarme en los clásicos ochentero, sino ir un poco más allá, entrar al jazz, al blues. Luego venía el rock en sus diferentes vertientes, alternativa, clásica, progresiva. Creo que por ahí inicié yo.
Actualmente, dentro de la Comunidad del Vinilo tengo un sector que se llama ‘Jazz Beats’, ya van como seis programas. Es algo que recién estoy haciendo, donde hablamos de Miles Davis, trompetista y compositor estadounidense de jazz; Louis Armstrong, figura más carismáticas e innovadoras de la historia del jazz; Dave Brubeck, que estuve escuchando bastante con su álbum ‘Time Out’ (caracterizado por piezas compuestas en compases musicales inusuales en el jazz contemporáneo).
Me interesa mucho sus variantes: el cool jazz y hard bop (1950-1959); bebop (1940-1950); free jazz y post-bop (1960-1970). También hubo un tiempo que estaba dividido entre west coast jazz y east coast jazz. A mí me encanta el west coast jazz, se considera habitualmente como la corriente principal del cool jazz de la década de 1950, donde esta Chet Baker, Paul Desmond y el propio Brubeck.
El jazz no es un género muy popularizado en la sociedad boliviana, pocos extractos que no son elitistas lo escuchan. Este segmento está hecho para eso, es una manera de difundir.
El primer programa, por ejemplo, fue de Vocal Jazz, el jazz cantado. Puse un poco de Dinah Washington –cantante estadounidense de rhythm and blues, jazz, blues–. También Chet Baker, que un tiempo dejó de tocar la trompeta para cantar un poco. En su momento no gustó mucho la voz, era muy lineal en su forma de cantar. Actualmente su álbum ‘Sings’ está cotizado en tres mil Bs para arriba.”
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