Washington-. Con la selección del jurado comienza hoy el juicio criminal a Bob Menéndez, expresidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, acusado de corrupción y obstrucción a la justicia.
El demócrata por Nueva Jersey -quien fue imputado junto a su esposa Nadine Menéndez- insiste en su inocencia, pero hasta tanto se demuestre tendrá que responder a cargos federales que los responsabilizan de utilizar su influencia política para beneficiar a un gobierno extranjero (Egipto) y a cambio recibió desde dinero en efectivo hasta lingotes de oro.
Se trata de su segundo choque con los tribunales por similares acusaciones en menos de una década, pero a diferencia de aquella ocasión en que se diluyó el proceso, ahora Menéndez podría ver el fin de su carrera política.
Según las investigaciones a la pareja le hallaron en su residencia además de los lingotes alrededor de 550 mil dólares almacenados allí, de ellos unos 70 mil en una caja de seguridad; así como un auto de lujo valorado en más de 60 mil dólares.
La pareja provocó –de acuerdo con la acusación- que los abogados hicieran declaraciones falsas a fiscales federales en Nueva York sobre un Mercedes-Benz convertible y pagos de hipotecas que habrían sido fruto de sobornos de empresarios que buscaban los favores del senador.
«Robert Menéndez supuestamente acordó utilizar su posición oficial para beneficiar a Wael Hana, José Uribe, Fred Daibes y el Gobierno de Egipto a cambio de cientos de sobornos» para él y su esposa, los cuales incluían «lingotes de oro, efectivo, y un convertible de lujo», subrayó en su momento la entonces la acusación.
De 70 años, Menéndez sumó en enero otra raya a su lista delictiva, esta vez por tráfico de influencia, vinculado a un empresario de Nueva Jersey y un fondo de inversión de Qatar.
El demócrata ya había sobrevivido a un escándalo previo por actitudes corruptas, vinculadas a presuntos pagos por influencia política, pero el caso fue desestimado en 2018.
Menéndez impugna todas las acusaciones con firmeza y sostiene que limpiará su nombre en los tribunales. El juicio de su esposa está previsto para julio.
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