Por Miguel Ángel Marañón -.
La noticia más “alentadora” que dio el Gobierno argentino fue que, al primer trimestre de 2024, el país alcanzó un superávit fiscal. Es decir, que “contablemente” los ingresos del Estado argentino fueron mayores a los gastos. Lo que no dicen los “intelectuales” de los libertarios es que hay gastos que no son registrados como tal, sino que en la contabilidad lo llevan para pagar en un futuro, o sea que lo convierten en “deuda”.
Al primer trimestre el Gobierno argentino debía pagar compensaciones a las empresas generadoras de electricidad por más de mil 200 millones de dólares. También debía cancelar a otras empresas del sector de energía, principalmente de gas, la cual alcanza a dos mil millones de dólares. En una argucia contable, en vez de registrar como gasto lo registran como un pasivo contable y por tanto estará como deuda hasta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) desembolse un crédito para Argentina. Dicha acción es un acto de admiración, pero solo sus seguidores más fanáticos creyeron que en verdad el país había logrado un superávit fiscal.
Siguiendo con los “magníficos logros” de Milei, recordemos que en su discurso aseguró que la “motosierra” (ajustes económicos radicales) estaba destinada a que los de “la casta” (políticos y gente que vive de la política) serían los que sufrirían por los ajustes económicos libertarios. Qué sorpresa ha provocado, porque disminuyó las rentas de los jubilados, congeló los salarios de los trabajadores y quitó los subsidios de las medicinas a las familias pobres. Tal vez entendimos mal la definición de “casta”.
Paralelamente, Milei hizo el intento de incrementarse sueldos, incluyendo a sus ministros. Para cuando esa noticia se hizo pública, dijo que no sabía lo que estaba firmando. Eso no queda ahí, una vez que diputados aprobaron la Ley “Ómnibus”, extrañamente se aprobó un incremento para los parlamentarios, ¿coincidencia? Nuevamente creo que entendimos mal la definición de “casta”, pues parece que Milei entendió que esta son los trabajadores, jubilados, madres solteras y pobres; pero los anticastas, denominados “héroes sacrificados”, son el presidente, sus ministros y parlamentarios.
Ya sabemos que para los libertarios el aspecto social queda en último plano. Les interesa que los logros y datos financieros sean positivos, no importa si para eso los trabajadores y la mayoría de la población tenga que pasar hambre y penurias.
Prueba de eso es que en el primer trimestre Argentina, siendo uno de los principales países productores del mundo de carne, de leche vacuna y de granos, destine la mayor parte a la exportación, haciendo que su ciudadanía disminuya los niveles de consumo de los principales alimentos que produce. Vemos que el consumo de leche y sus derivados de la población disminuyó en 18,7%, el consumo de carne se redujo hasta un 17,6% y la yerba mate se redujo en 9,2%.
Debemos destacar que los ganaderos y agricultores multiplicaron sus ingresos ya que la mayor parte de lo que producen la vendieron en el exterior, porque ahí sí pueden pagar los precios que ofrecen. De seguir así, un futuro próximo traerá como consecuencia el deterioro del nivel de vida de la mayoría de los argentinos. Eso es amar los negocios y no es amar la patria.
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