febrero 17, 2025

Arce deja sin discurso a la oposición


Por La Época -.


En dos actos de entrega de obras –uno de ellos en el municipio de Chulumani, en Sud Yungas de La Paz–, el presidente Luis Arce ha sostenido que, a pesar de la “crisis”, el Gobierno sigue realizando inversión pública dentro de la estrategia de industrialización para la sustitución de importaciones.

La mención del Presidente de la palabra “crisis” ha dejado en off side a la oposición, ya que es la primera vez que emplea ese concepto que tiene un alcance que traspasa las fronteras de Bolivia. De hecho, en no pocos discursos en foros multilaterales el jefe de Estado ha enfatizado el carácter multidimensional de la crisis capitalista, agravada por los efectos de la pandemia, el conflicto ruso-ucraniano y el ataque genocida de Israel al pueblo de Palestina.

En lo interno no hay que ser demasiado brujos. El gobierno popular conducido por Arce recibió un país en profunda crisis estructural debido a la cadena de errores que en materia de economía y salud cometió el gobierno de facto de Áñez, dentro de los que se puede subrayar la paralización de la inversión pública a manera de sentar condiciones para llevar adelante un proceso de privatización de las empresas estatales. Pero también, hay que decirlo, debido al virtual congelamiento de los planes de exploración para el hallazgo de nuevos campos petroleros durante el gobierno de Evo Morales y que se ha traducido en un drástico descenso de la producción y exportación de gas, la principal fuente generadora de divisas para el país. A lo que dejó Áñez, el Gobierno remontó con rapidez al sacar al país de una contracción económica de -9% a un crecimiento superior al 3%. La causa para la caída de ingresos por la exportación de gas ahora la viene encarando con un plan agresivo de exploración cuyo primer logro es el descubrimiento de un campo de petróleo en el Norte de La Paz que abrirá “la segunda era del gas boliviano”.

Entonces, cuando el Presidente acude a la palabra “crisis” no solo que es una expresión de honestidad, sino que deja a la oposición sin discurso, además de que le disputa la orientación de la misma. Si el mundo atraviesa una crisis multidimensional, es obvio que Bolivia no es una excepción.

Lo que queda claro es que la crisis, dado el carácter del modelo económico, no impide que Bolivia siga caminando hacia mayor crecimiento, con inflación menor a la de otros países y con una estabilidad económica a pesar de las dificultades en disponibilidad de dólares y abastecimiento de carburantes. Ese es el dato a favor del presidente Arce, quien está demostrando que puede mantenerse la viabilidad del modelo en las condiciones actuales. Otro presidente ya hubiera sucumbido.

Por tanto, la palabra “crisis” no es necesariamente mala. Ya es conocido el dicho de que la crisis es también un principio de oportunidad para hacer los ajustes y los cambios que se requieran. Esto es lo que ahora le toca al gobierno del presidente Arce: encarar la recta final hacia 2025, si es que el proyecto de acortar su mandato no prospera, con una manera distinta de hacer gestión y de llevar adelante las tareas determinadas por la política.

Sea el primero en opinar

Deja un comentario