Por Esteban Ticona Alejo * -.
¿Qué sucede cuando una ciudad ancestral como Chuqiyapu Marka y sus pobladores son sobrepuestos por otra ciudad colonizadora española como La Paz? ¿Qué sucede cuando el reconocimiento a la ciudad ancestral es insuficiente? Son algunas preguntas para entender de una mejor manera lo que sucedió en pasados días y ocurre hace muchos años.
El recordado historiador aymara Roberto Choque Canqui en su libro Situación social y económica de los revolucionarios del 16 de julio de 1809 en La Paz describe de manera profunda la estratificación de la sociedad colonial en los albores de 1809. Lo más interesante es saber que esos “revolucionarios” de 1809, simbolizados en Pedro Domingo Murillo, tenían un pasado de haber combatido el levantamiento de Tupaj Katari y Bartolina Sisa en 1781, como también poseer ingente cantidad de bienes materiales y hasta esclavos negros. Murillo, durante la rebelión de 1781 y 1782 en el distrito de La Paz, tuvo una significativa participación de lucha en la defensa de la causa real española. Entonces, ¿por qué se sigue recordando a Murillo como un héroe, cuando fue un villano y traidor a la causa libertaria?
A 215 años de la herencia colonial del “grito libertario” del 16 de julio de 1809 en La Paz, ¿qué se ha modificado realmente en términos societales? La relación conflictiva, representada en Katari-Sisa y Murillo, es un tema vigente en la actualidad; es una especie de propuestas de sociedades desde las ciudades de Chuquiyapu Marka y La Paz. Esta retrospección está muy presente en lo ocurrido en días pasados, como la realización de varios eventos recordatorios paralelos: la verbena del alcalde Iván Arias en la ciudad de La Paz; la velada musical en el teleférico de El Alto del gobernador del Departamento de La Paz, Santos Quispe; y el desfile de teas, protagonizado principalmente por el gobierno central. Incluso los actos protocolares estuvieron llenos de tensión y son muestras de esta tirantez social, política e histórica que no se ha resuelto.
Las actividades citadas fueron pensadas para fortalecer la sociedad del espectáculo, la banalidad, pero no para subsanar el gran conflicto histórico. La verbena sigue siendo un evento que invita a emborracharse sin medida. Se esperaba alguna acción descolonizadora del gobernador Quispe, como heredero del recordado Felipe Quispe, El Mallku, pero no pasó nada. Seguir visitando la Casa de Murillo y repetir que es estar en la casa del que inició el grito libertario es continuar ignorando todo lo que sucedió con el levantamiento de Katari-Sisa. Además, es reciclar el colonialismo interno histórico en desmedro de otra ciudad como Chuqiyapu Marka y sus habitantes urus, aymaras, quechuas, pukinas, etcétera.
Un detalle más, ver desfilar a jóvenes de varios colegios públicos y privados, sobre todo a sus bandas de música (llamativamente denominados de guerra), con la burda imitación del traje militar europeo. Estos hechos nos llevan a la pregunta ¿qué pasa con los/as jóvenes que emulan tan inocentemente lo militar? Hace unos años algún centro educativo se presentaba con bandas de música afincadas en instrumentos nativos andinos (sikus, tarqas, etcétera), incluso luciendo la indumentaria ancestral. Lamentablemente hoy han desaparecido, ¿estamos en tiempos de la recolonización?
Recojo de las redes sociales la opinión de muchos/as jóvenes que dicen: “en vez de seguir propiciando borracheras y deleites pasajeros como en el Parque Urbano Central, se contraten a más guardabosques, por ejemplo, para velar que no se arroje tanta basura al bosquecillo de Pura Pura y similares”. La ciudad ancestral de Chuquyapu Marka estaría agradecida de no propiciar más discursos y espectáculos insignificantes. Otros jóvenes piensan que es tiempo de construir una sociedad que no solo apueste por los Derechos Humanos, sino también por los derechos de otras vidas como los animales y la naturaleza. Chuqiyapu Markasaxa jakaskiwa, jiwasanakatanwa irnaqirinakapaxa. Uka thakhisxa ch’amañchaskakiñani ¿janicha? ¡¡¡Jallalla Chuqiyapu Marka!!!
* Sociólogo y antropólogo aymara boliviano.
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