El secretario general adjunto de Naciones Unidas para temas de seguridad, Gilles Michaud, ha señalado que las últimas órdenes de evacuación emitidas por las fuerzas de ocupación para varias zonas de la Franja de Gaza han provocado que el propio personal de la ONU se esté quedando sin “espacios seguros”.
Esto acontece en “un momento que no podría ser peor”, ante el inminente inicio de una campaña de vacunación masiva contra la polio dirigida a contrarrestar la reaparición de la enfermedad en el sitiado enclave palestino, ha precisado el alto funcionario.
“Las órdenes de evacuación masiva son las últimas de una larga lista de amenazas intolerables para la ONU y el personal humanitario”, ha denunciado Michaud en un comunicado citado por Europa Press, en el que mencionó las evacuaciones dictadas el fin de semana sobre Deir al Balah, y que obligaron en cuestión de pocas horas a 200 trabajadores de Naciones Unidas a abandonar sus oficinas y sus casas.
Ha señalado además que las directrices israelíes afectan gravemente a la capacidad de la ONU para seguir prestando ayuda, y ha recordado que corresponde a las partes en conflicto garantizar que este trabajo siga adelante, tal como dicta el Derecho Internacional.
“Las mujeres y los hombres que arriesgan sus vidas para entregar ayuda humanitaria necesitan un lugar seguro y constante en el que trabajar”, ha subrayado el alto funcionario.
El Departamento de Seguridad y Vigilancia de la ONU ha enfatizado en su cuenta de X que el organismo “está decidido a quedarse en Gaza para entregar ayuda a los civiles palestinos”.
El ente ha reiterado que “el momento de las órdenes de evacuación masiva no podría ser peor”, ya que el comienzo de la anunciada campaña de vacunación contra la polio “requerirá la entrada de un gran volumen de personal en la Franja”.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) ha informado que, desde principios de agosto, unos 213 000 palestinos han sido perjudicados por nueve órdenes de evacuación que han afectado a las poblaciones en Jan Yunis (sur), Deir al Balah y en el norte de Gaza.
De igual forma, en las últimas semanas las fuerzas de ocupación han intensificado sus indiscriminados bombardeos contra zonas de la Franja declaradas como supuestamente seguras, donde se han aglomerado decenas de miles de desplazados palestinos en busca de refugio.
El régimen de Tel Aviv desató una guerra genocida contra la Franja de Gaza, como represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) contra objetivos israelíes en los territorios ocupados, en respuesta a décadas de crímenes contra el pueblo palestino.
Hasta la fecha, los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre de las fuerzas de ocupación contra el sitiado enclave costero han dejado un trágico saldo de al menos 40 534 muertos y unos 93 778 heridos, mientras alrededor de 10 000 víctimas permanecen sepultadas bajo los escombros, según estimaciones de las autoridades gazatíes.
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