El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, en su primer discurso oficial, enfatizó la necesidad de conciliación entre las facciones políticas para afrontar las dificultades económicas que enfrenta la nación.
Su mensaje fue acogido en la conferencia de prensa celebrada este lunes en el Centro de Conferencias de Irán, ante la presencia de más de 300 medios de comunicación nacionales e internacionales.
La conferencia se llevó a cabo durante la Semana de la Unidad Islámica, un período que Pezeshkian destacó como crucial para sensibilizar a la población sobre la realidad actual.
En relación al reciente ataque con misiles yemeníes a Israel, Pezeshkian rechazó las acusaciones de que Irán haya proporcionado misiles hipersónicos a Yemen para llevar a cabo el ataque en Tel Aviv, afirmando que «Los yemeníes son capaces de construir sus propias armas».
El mandatario criticó la postura de Estados Unidos y sus aliados occidentales en el apoyo a los conflictos bélicos promovidos por Israel, incluyendo la provisión de ayuda militar y científica.
Sin embargo, también señaló que Irán no tiene problemas con Estados Unidos siempre y cuando se respeten los derechos de los iraníes, recalcando que «No dejaremos que ningún país nos humille», advirtió el presidente.
Pezeshkian reiteró su compromiso con el fortalecimiento de las relaciones con los países vecinos, como lo había prometido en su discurso de investidura.
En referencia al genocidio que Israel perpetra en Palestina, el presidente expresó su apoyo al fortalecimiento de los vínculos entre Arabia Saudí, Egipto y otros países.
Asimismo, se pronunció sobre los crímenes en la Franja de Gaza, lamentando: «Si pudiéramos resolver las diferencias entre musulmanes y unirnos, los enemigos no podrían matar a nuestras mujeres y niños».
Durante la conferencia, Pezeshkian también reafirmó su intención de crear un mercado libre para la inversión extranjera, buscando atraer capital y fortalecer los lazos económicos con países vecinos y más allá. También, expresó su apoyo al acuerdo de 25 años entre Rusia y China, considerándolo estratégico, así como su buena relación con Israel.
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