
En su primera intervención ante la prensa internacional, el ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de facto de Siria, Asaad Al-Shibani, confirmó que el Gobierno sirio está abierto a los negocios y planea privatizar puertos y fábricas estatales, como parte de el programa de reformas económicas que busca una mayor apertura al mercado occidental.
La presencia en el Foro de Davos del gobierno liderado por un exmiembro de la organización Al-Qaeda y que llegó al poder al frente de una agrupación islámica armada Hayat Tahrir al-Sham, es un echo inédito.
En esta marco, el ministro de Exteriores fue recibido por jefes de Estado del mundo con los principales popes económicos por primera vez tras años de sanciones y aislamiento perpetrado por occidente contra el Gobierno de Al-Assad.
Desde esta cumbre, Al-Shibani destacó que «la visión del anterior presidente era la de un modelo de Estado de seguridad, mientras que el nuevo enfoque se orienta hacia el desarrollo económico», al tiempo que subrayó la importancia de establecer un marco legal claro para atraer inversores extranjeros y alentar a los empresarios sirios a regresar al país.
«Los retos que tenemos por delante son enormes y tardaremos años en abordarlos», declaró al diario británico Financial Times y comentó que «las autoridades forman un comité para estudiar la situación económica y las infraestructuras, con un enfoque especial en las iniciativas de privatización«.
Desde el derrocamiento de el Gobierno de Al-Assad, Estados Unidos redujo el régimen de sanciones pese a que la organización en el poder se encontraba en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Desde entonces, la Unión Europea y Türkiye buscan concentrar la reconstrucción de la devastada nación de Oriente Medio
En este contexto, el ministro del régimen de facto calificó las exenciones otorgadas por Estados Unidos a los países que desean ayudar a Siria como insuficientes, instando a abrir más oportunidades para que estas iniciativas puedan comenzar a operar.
En otra línea de declaraciones, Al-Shibani afirmó que «ya no hay justificación para la presencia de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)», comprometiéndose a garantizar los derechos kurdos en una nueva constitución y asegurar su representación en el nuevo gobierno.
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