
Bogotá. El Ejército de Colombia despliega hoy tropas de apoyo y capacidades adicionales de movilidad aérea por la muerte de seis de sus soldados, tras un ataque de un grupo armado que opera en Guaviare, en el centro del país.
Según trascendió, el Comando de la entidad castrense ordenó el desplazamiento inmediato del jefe de Operaciones de la institución a la localidad de Charras, donde un pelotón fue atacado durante la víspera por integrantes del grupo armado Jorge Suárez Briceño.
Además de los seis uniformados fallecidos, la fuente informó que un soldado se encuentra desaparecido, por lo cual en el sector se realizan labores de búsqueda que permitan establecer su paradero.
El grupo armado Jorge Suárez Briceño forma parte de la estructura conocida como Embyf que también integran los bloques Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte y frente Comandante Raúl Reyes, que bajo el mando de alias Calarcá actualmente desarrolla diálogos de paz con el Gobierno.
El suceso de ayer, según valoró en un comunicado el Ejército “evidencia el incumplimiento de los compromisos adquiridos a través de los acuerdos y protocolos suscritos en el marco de la mesa de diálogo y negociación”.
Aseveró la fuente castrense que las operaciones militares continuarán en la región, con el objetivo “de proteger a la población y preservar la seguridad en el territorio nacional”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, declaró que el ataque a los militares cuya misión era proteger a los firmantes de paz en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Charras, representa una traición a la transformación del territorio hacia la paz y constituye un crimen atroz que viola la ley colombiana.
El presidente Gustavo Petro, tras la divulgación de los hechos, escribió en su cuenta de la red social X que una comisión independiente debe examinar de inmediato las circunstancias del suceso “examinado desde los contenidos de la decisión de disminuir el cese al fuego, que se tomó con los frentes bajo las órdenes de Calarcá”.
El pasado 17 el abril el Gobierno decidió no prorrogar el cese al fuego con el Embyf, que expiró dos días antes y estuvo vigente por 18 meses.
Al día siguiente, no obstante, se difundió parte de un decreto en el que se ordenaba la suspensión de las operaciones ofensivas contra esa estructura por espacio de un mes.
De acuerdo con Petro, la medida obedeció a la necesidad de que los armados se concentren en zonas especiales para cesar las hostilidades y ordenar obras y políticas públicas en los territorios.
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