
Bogotá. La Defensoría del Pueblo alertó hoy sobre los riesgos asociados al uso de nuevas rutas migratorias inversas donde las personas quedan abandonadas en los municipios chocoanos de Juradó y Bahía Solano, en el noroeste de Colombia.
Individuos de todas las edades procedentes de Centroamérica, porque no pudieron llegar a Estados Unidos, están siendo trasladadas por redes que se ofrecen a llevarlas en embarcaciones hasta Buenaventura, en el departamento de Valle del Cauca, pero en el trayecto son dejadas a su suerte en otros sitios, advirtió en un comunicado la entidad.
De acuerdo con el reporte de la institución, esta constituiría una nueva ruta de migración a la inversa, desde el corregimiento Jaqué de la provincia panameña del Darién.
El informe calificó la situación de riesgosa y en la que no es posible identificar el parentesco entre adultos y menores que viajan juntos por falta de documentación.
En esta ruta de flujo inverso se calcula la entrada a Colombia de entre 20 a 40 personas (hombres y mujeres) por día, sin ningún tipo de garantías ni registro, señaló.
Detalló la fuente que en el departamento del Chocó personas migrantes se enfrentan a continuos riesgos, en particular porque hay presencia de grupos armados que ejercen control territorial y social, en tanto hay discapacitados que tienen dificultades para moverse, y otras que no hablan español.
“Como esta ruta no existía, todos los esfuerzos y capacidades estaban enfocados sobre el lado del mar Caribe, del océano Atlántico. En consecuencia, la institucionalidad colombiana en su conjunto debe poner en marcha planes y acciones que atiendan a la población migrante cuanto antes. Es oportuno actuar con medidas humanitarias que contribuyan a conjurar lo que está ocurriendo”, pidió la defensora del Pueblo, Iris Marín.
Según la institución, en vez de trasladarlos hasta Valle del Cauca, las personas son llevados únicamente hasta el municipio de Juradó y Ciudad Mutis, en el departamento de Chocó.
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