El papa León XIV anunció este martes que su próximo viaje apostólico, previsto del 27 de noviembre al 2 de diciembre, lo llevará primero a Türkiye y luego al Líbano, con el propósito de “anunciar de nuevo un mensaje de paz” en una región marcada por la guerra, la migración y la devastación humanitaria.
“Voy a Líbano por la posibilidad de anunciar de nuevo un mensaje de paz en Oriente Medio y en un país que tanto ha sufrido. Trataremos de llevar ese mensaje de paz y esperanza”, declaró el pontífice a su salida del palacio de Castel Gandolfo, residencia papal en las afueras de Roma.
León XIV —el primer papa estadounidense y de doble nacionalidad peruana— recordó que su antecesor, Francisco, había expresado su deseo de visitar Beirut tras la explosión en el puerto en 2020, que causó más de 200 muertos y 6.000 heridos, como símbolo de cercanía con el pueblo libanés.
La Santa Sede confirmó que la gira será la primera visita internacional de León XIV desde su elección en abril, y que en Türkiye el Papa participará en las celebraciones por el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, considerado el primer concilio ecuménico del cristianismo.
“Este es un momento verdaderamente importante. Para todos los cristianos es una oportunidad de unidad en la fe; no es para mirar atrás, sino hacia delante”, subrayó León XIV, haciendo referencia a la herencia espiritual del concilio convocado por el emperador Constantino en el año 325.
La visita a Türkiye y Líbano tiene un fuerte valor ecuménico y geopolítico, ya que ambos países representan puentes entre Oriente y Occidente en el diálogo interreligioso y en la búsqueda de estabilidad regional.
En Türkiye, León XIV se reunirá con el Patriarca Ecuménico Bartolomé I de Constantinopla, en un gesto de reconciliación entre la Iglesia Católica y la Ortodoxa, en medio de los esfuerzos por mantener abiertos los canales de diálogo con el islam moderado y con el Gobierno de Ankara.
Analistas del Vaticano señalan que el viaje busca reafirmar el papel de la Santa Sede como mediadora moral en Oriente Medio y renovar los llamados a un alto el fuego permanente en Gaza, Siria y Ucrania, además de impulsar la reconstrucción del Líbano como símbolo de resistencia y esperanza cristiana.
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