febrero 19, 2025

¿El Homo Economicus es racional o irracional?

En los fundamentos de la teoría económica denominada liberal hay un concepto fundamental que se ha prestado a diversos enfoques y manejos el: “HOMO ECONOMICUS”. Expresión utilizada para referir una manera de comportamiento del ser humano, planteando su “carácter racional”, definida por tres características particulares:

  1. Es “Maximizador” de sus opciones.
  2. Es Racional en la toma de sus decisiones, y
  3. Es egoísta en su naturaleza y por lo tanto en su comportamiento.

La racionalidad de la teoría económica convencional y oficial, descansa en estas supuestas virtudes que caracterizan su naturaleza previsora del individuo a la hora que le toca seleccionar entre las diversas alternativas.

El concepto de la categoría del “homo economicus” se encuentra en el 2º de LA RIQUEZA DE LAS NACIONES de Adam Smith (1776). Pionero de la ciencia económica de corte anglosajón.

Su explicación se basa en la conclusión que cada persona intentará invertir todo los recursos de que dispone con intención de procurarse o un disfrute presente o un beneficio futuro.

Si lo destina a obtener un disfrute presente, es un ingreso que está reservado para su consumo inmediato. Si lo destina a conseguir un beneficio futuro, estará reservando su riqueza como un patrimonio que lo consumirá en ese futuro.

La idea básica y conclusión que rige el comportamiento del este homo economicus eminentemente niega toda posibilidad de un comportamiento diferente, por ejemplo: sería un desquiciado quien no maximiza sus ganancias o beneficios hasta el límite de sus posibilidades. Por lo tanto, la referencia a ese incremento en dimensiones económicas, considera al sujeto a la vez como egoísta y calculador, un buen inglés.

El comportamiento del homo economicus, en las dimensiones señaladas, establece al modelo que pretende explicar cómo procedería en condiciones optimas e ideales el sujeto “perfectamente racional”.

Esa persona se describe además como exclusivo, absolutista e insatisfecho o, dicho de otra manera; sería “maximizador” de su riqueza y actuaría inequívocamente de una manera predecible, tratando de conseguir más por menos o también como técnicamente se conoce aprovechado el “coste de oportunidad”.

Este planteamiento del homo economicus se encuentra fundamenta en las siguientes características:

  1. Toda persona busca la felicidad.
  2. La felicidad se logra a través de la posesión.
  3. La posesión de un bien se fundamenta en la propiedad.
  4. La propiedad cierta de un bien, permite su intercambio.
  5. El intercambio se garantiza en el comportamiento del mercado.
  6. El mercado está fundamentado en dinero.
  7. El dinero otorga la felicidad porque permite la posesión.

Como se puede apreciar y concluir la posesión es el punto central, aseverando que es más feliz quien posee que quien no posee y en él sobre entendido que la posesión permite sufragar las necesidades individuales y colectivas.

Se puede añadir a esta conclusión que consumir, ahorrar o invertir son opciones racionales que de acuerdo con la economía clásica permiten satisfacer necesidades. Sin embargo, es fundamental interrogarse en el siguiente sentido: ¿Esta racionalidad están necesariamente referidas a bienes y servicios de todas las necesidades o nuestras necesidades también pueden expresarse en otros términos?; relaciones sociales, afectivas, de diversión, de reconocimiento, de pertenencia, de solidaridad, etc. por ejemplo.

La descrita teoría de maximización de riqueza característica del homo economicus, es reiteradamente llevada al extremo cuando en su enseñanza en universidades en la formación de los futuros economistas de nuestro medio y de la región. En tanto y en cuanto esta teoría económica liberal y sus modelos que la respaldan, omiten los valores morales que permitan el equilibrio entre riqueza y desarrollo sostenible. ¿Acaso es racional destruir el medio ambiente y exterminar los recursos que nos permite utilizar la naturaleza?. Entonces el Homo economicus ¿es racional o irracional?

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