abril 17, 2024

Bolivianización en el desempeño de sistema financiero boliviano

Se considera que la estabilidad financiera en una economía es un elemento que contribuye al buen desempeño de los agentes que interactúan con el sistema financiero, sea para financiar sus actividades o para acudir al crédito en caso de otras urgencias o necesidades de financiar sus decisiones de consumo o inversión.

El sistema financiero tiene como rol fundamental canalizar los ahorros, de entidades y personas particulares, hacia los demandantes de crédito para ser utilizados en cubrir las necesidades que le demandan sus decisiones de emprendimiento o de consumo. Por su parte los depositantes de ahorros en el sistema financiero han comprendido que tener sus recursos en entidades bancarias o no, es la mejor opción de ahorro y garantía para sus recursos de alta liquidez. Esta confianza en el sistema financiero de un país, tanto de ahorristas como de inversionistas, se denomina “estabilidad financiera”. En estados de importante estabilidad financiera, los ahorristas confían en el sistema, porque sus ahorros están garantizados el no perder su poder adquisitivo, en tanto que los que acuden al crédito no deben ser sorprendidos con el abuso de las instituciones financieras al moverles los términos del acuerdo pactado al inicio de sus operaciones, es decir el cumplimiento estricto del contrato de crédito que se firmó al principio de la operación.

Pero también, las condiciones de la estabilidad financiera radican en la confianza generalizada sobre la moneda nacional, en este caso el boliviano, monedas y billetes de circulación legal en el territorio plurinacional.

Cabe recordar que durante los 20 años del modelo neoliberal, la dependencia hacia el dólar norteamericano obtuvo dimensiones dominantesen las funciones del dinero, se transaba en dólares, se ahorraba en dólares, se prestaba en dólares, se elaboraban contratos en dólares, etc. Prácticamente nuestra vida económica y financiera se había dolarizado a tal extremos que los economistas subordinados al paradigma dominante, pedían a gritos una ley que imponga la dolarización de la economía boliviana. El propio FMI, seguramente recomendaba esa medida, tal como lo hizo en el caso de la Argentina y el Ecuador.

Hoy por hoy estamos en un proceso de desdolarización que se ha denominado “proceso de bolivianización”, categoría que felicitamos el haberlo propuesto e impuesto en la jerga de los economistas que prefieren mantener sus términos “técnicos” en inglés, para darse ínfulas de cientificidad.

Por lo tanto, el proceso de bolivianización es un elemento importante de la estabilidad financiera, en este proceso los depósitos y ahorros en el sistema financiero se incrementan en moneda nacional. La bolivianización de la cartera también se profundizó, según información del BCB, los mayores incrementos de este proceso se dieron en los créditos a las PYMES y los créditos para vivienda, los mismos llegaron a ratios de 86,10% y 85,94%, respectivamente (Informe de estabilidad financiera, Octubre 2014).

La bolivianización en cartera, en ahorros y depósitos ha estado en permanente incremento desde el 2005, la gráfica, demuestra esta afirmación.

En la gráfica se verifica que el porcentaje de créditos otorgados por el sistema financiero se ha incrementado hasta llegar al 92%, es decir que los que acuden a prestarse en el sistema financiero prefieren hacerlo en moneda nacional y no en dólares, puesto que la utilización de estos créditos también se realizaran en moneda nacional.

Ver gráfica en PDF adjunto al sitio en: https://www.la-epoca.com.bo/portada/1419566598/digital/#/39/zoomed

De la misma forma, los depósitos que realizan las instituciones y personas particulares, los prefieren mantener en moneda nacional, como se puede apreciar en el gráfico.

En todo caso el proceso de la bolivianización tiene también que ver con el manejo de las políticas económicas que se definen en el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, nada viene automáticamente, el desenvolvimiento de la economía no acciona por “pilotos automáticos”, como ciertos economistas equivocadamente lo afirman. Por ejemplo, la política de encaje legal impone un mayor porcentaje a los depósitos en moneda extranjera, la política de tipo de cambio también coadyuva al propósito.

Este proceso debe ser digerido y comprendido por bolivianas y bolivianos para que se apropien de él y continúen confiando en su moneda, puesto que los dólares solo sirven para realizar transacciones fuera de las fronteras de nuestro país, utilizar el dólar en nuestras operaciones diarias es mantener una dependencia, no solo económica, sino también cultural y civilizatoria. Ahora que se plantean procesos de cambio civilizatorio para “otro mundo si es posible”, con nuestros proceso de bolivianización coadyuvamos a este objetivo.

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