Las descuidadas calles de nuestra “ciudad maravilla” (llenas de baches), me impulsaron a revisar el presupuesto del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP), tratando de encontrar datos de la recaudación de impuestos por tenencia y transferencia de vehículos, así como los gastos en mantenimiento de vías urbanas, para ver dónde radica el problema.
Son hechos generadores de impuestos de dominio municipal, la propiedad de vehículos automotores, así como su transferencia; dicha disposición se encontraba en el Artículo 99 de la Ley No. 2028 de Municipalidades de 28 de octubre de 1999 y fue ratificada en el Artículo 8 de la Ley No. 154 de Clasificación y Definición de Impuestos y de Regulación para la Creación y/o Modificación de Impuestos de Dominio de los Gobiernos Autónomos de 14 de julio de 2011.
Si bien, todos los impuestos de dominio municipal, así como otros recursos que percibe cada Gobierno Autónomo deben destinarse a financiar el ejercicio de sus competencias, sería importante que los profesionales de tan alto nivel con los que cuenta el GAMLP procuren alcanzar la eficiencia en la provisión de bienes y servicios municipales.
La teoría económica nos dice que se alcanzan mayores niveles de eficiencia cuando la provisión de bienes y servicios públicos se efectúa en base a los aportes locales, en palabras de Iván Finot, una condición esencial para esto es que las decisiones sobre gasto público sean adoptadas conjuntamente con aquellas referidas a con qué parte del ingreso de los ciudadanos, es decir con qué impuestos y contribuciones, será financiado aquello que se proveerá. En este sentido, los impuestos que pagamos por la tenencia y transferencia de vehículos deberían destinarse a financiar el mantenimiento y ampliación de vías urbanas.
El presupuesto de recursos 2017 del GAMLP muestra que se espera recaudar por estos conceptos un total de Bs. 231,6 millones (Bs. 205,8 millones por la propiedad y Bs. 25,8 millones por transferencias); sin embargo, todos los gastos de mantenimiento y construcción de vías urbanas que constituyen el Programa 17 “Infraestructura Urbana y Rural” llegan a Bs. 102,7 millones, representando el 44%, monto insuficiente por las condiciones actuales, a no ser que el problema radique en la capacidad de gasto, que no creo sea el caso.
Otro aspecto observado, que no será abordado en este artículo, tiene que ver con los criterios de cobro, los automóviles más modernos pagan los más altos impuestos, en cambio aquellos de modelos antiguos, que contaminan hasta 15 veces más que los nuevos tributan montos ínfimos. ¿No debería ser al revés, considerando que la protección del medo ambiente es competencia municipal?
Esperemos que las autoridades municipales reflexionen sobre éstos aspectos y procuren una provisión de servicios que se sustente en criterios de eficiencia, de manera que los impuestos que pagamos por nuestros vehículos se destinen prioritariamente al mantenimiento y construcción de vías urbanas que merece nuestra ciudad maravilla.
* Economista.
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