marzo 21, 2023

¿Qué significa Gustavo Petro para América Latina?

En la segunda vuelta por la presidencia de Colombia no solo se juega una silla presidencial, sino la posibilidad histórica de cambiar el destino de una sociedad, de un país y de un continente. Pero ¿Por qué ésta elección presidencial es ahora tan importante para toda América Latina? ¿Qué hace de ella en particular algo distinto?

Desde el pasado mayo Colombia entró oficialmente como observador a la OTAN y eso convierte a este país en la puerta de América Latina para las fuerzas militares del Norte, por tanto, dependerá de quién ocupe la silla presidencia los siguientes 4 años, para que esta categoría de observador, se vuelva o no, en una posibilidad real y terrorífica para Colombia y para todo el continente.

Si Duque, el candidato del uribismo, asume la presidencia, es claro que echará por tierra todos los acuerdos de paz, solo que ahora con un nuevo escenario, en el que todo el poder militar queda concentrado en las manos de la extrema derecha frente a unas FARC totalmente desarmadas. Pese a que Duque contaría con una mayoría parlamentaria abrumadora, que le permitirá gran holgura en el manejo del poder, ese poder no será usado para resolver el problema de la tierra, principal causa de la violencia en Colombia, sino para reforzar el latifundio, el despojo de la tierra y la militarización de su territorio. Ya actualmente Colombia tiene el segundo ejército mejor armado de todo el continente, después de Brasil, dato relevante, no solo de cara al manejo militar en sus fronteras, sino también frente a los movimientos populares, pues el escenario más probable, si Duque gana, será el recrudecimiento de la represión social en Colombia y el posicionamiento de ese país como punto geopolítico de control para todo el continente.

En cambio, sí Gustavo Petro, gana las elecciones, tendrá un escenario político muy complicado pues, pese a su gran respaldo popular, no gozará de una mayoría congresal a su favor, Colombia Humana cuenta únicamente con el 27% del legislativo, esto dificultará mucho los cambios estructurales que formaron parte de su plataforma, pues con esa relación de fuerzas serán muy difíciles de lograr y supondrán mucha batalla. Una de las reformas más peleadas será sin duda el impuesto a la tierra que pretende imponer a los latifundios, asociado a una política de industrialización del agro, cuyo objetivo es sacar a Colombia de la estructura agrario-feudal en la que continua sumida en pleno siglo XXI. Otra, será el cambio del patrón energético del petróleo y el carbón por energías sostenibles, reforma de gran envergadura y de largo plazo que requiere gran apoyo político. Pero lo más importante, es que Petro dará continuidad a los acuerdos del proceso de paz, esto significa también la desmilitarización de su territorio y el replanteamiento geopolítico de este país como el principal aliado militar del Atlántico Norte.

Durante esta campaña electoral, Petro se convirtió en un verdadero fenómeno político. Después de muchos años un candidato de izquierda logra tanto apoyo popular, en un país de larga tradición derechista que asesinó sistemáticamente a todos los líderes de izquierda a lo largo de su historia desde Eliécer Gaitan, pasando por Luis Carlos Galán hasta Carlos Pizarro. Petro expresa la inmensa sed de cambio de esa sociedad, su discurso sencillo, igualitarista, frente a una sociedad con una desigualdad tan alta, su denuncia frontal a la corrupción, su compromiso ambiental y el magistral manejo de los medios de comunicación, hicieron de él, un candidato muy apoyado entre los sectores populares e intelectuales de su país.

Que Petro gane las elecciones, pese a las dificultades que tendría su mandato, no solo es fundamental para Colombia, para su gente y para la continuidad del proceso de paz, sino también para el destino político del continente, de lo contrario, será muy doloroso ver ese país convertido en el laboratorio de represión de las fuerzas de izquierda de América Latina y en un instrumento del control geopolítico de la región. Petro significa ahora y más que nunca, la paz y la soberanía sudamericana.


*    Socióloga.

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