marzo 18, 2025

La permanente lucha de Bolivia contra el narcotráfico

La Paz-. La posición geográfica de Bolivia convierte al país en una de las rutas de tránsito de los narcotraficantes, principalmente desde el vecino Perú rumbo a Brasil.

Ello, sumado a las extensas fronteras, dificulta el trabajo de la policía y organismos afines a la hora de detectar el contrabando ilegal de estupefacientes.

Esa es una de las causas identificadas del leve aumento de los operativos y de los actos de incineración-destrucción de droga.

Según el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), en el primer semestre de 2017 se realizaron 266 operativos de destrucción, mientras en similar periodo de 2018 hubo un incremento de 21 actos más, cuando se ejecutaron 287.

El representante de la Unodc en el país suramericano, Thierry Rostan, detalló que se incautaron siete mil 70 kilos de cocaína base, 18 por ciento más que en el primer semestre del año pasado (seis mil 15 kilos).

Al presentar el informe de validación de la incineración-destrucción de drogas en Bolivia, agregó que se decomisaron tres mil 274 kilos de clorhidrato de cocaína, 76 por ciento más que en 2017 cuando fue de mil 861 kilos.

La marihuana para expendio, según la Unodc, fue la única droga que experimentó un decrecimiento al incautarse cinco mil 19 kilos, mientras que en similar etapa de 2017 fueron nueve mil 148.

La oficina con sede en Viena participó en 97 actos de destrucción-incineración de la droga incautada al narcotráfico en el país, comentó su representante aquí.

Agregó que los operativos del Ministerio Público y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico destruyeron 693 fábricas de producción de cocaína a nivel nacional.

Asimismo, Rostan señaló que el departamento de Santa Cruz lidera las zonas donde se realizaron más operativos, seguido por Cochabamba y Beni.

Este es el décimo informe sobre el tema que presenta la entidad de Naciones Unidas, la cual participa en los actos de destrucción de droga en Bolivia desde julio de 2013.

LUCHA ANTIDROGA: LA COORDINACIÓN ANTE TODO

En 2008 el presidente Evo Morales anunció la expulsión del país de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) por espionaje político, conspiración y el financiamiento a grupos delictivos.

Un año después, Bolivia comenzó una estrategia diferente contra las drogas y obtuvo mejores resultados, según datos oficiales.

En esta nación, la Ley General de la Coca vigente desde el año pasado norma la promoción, circulación, comercialización, consumo, investigación e industrialización de la planta en su estado natural.

La normativa permite 23 mil 100 hectáreas de cultivos de coca, reconoce los valores patrimoniales de la misma y enfatiza que la planta en su estado natural no es una droga.

A diferencia de otras regiones del mundo la lucha contra el narcotráfico en Bolivia tiene como base una política pacífica, de coexistencia y coordinación permanente con los actores involucrados.

Para ello tiene el apoyo de la Unodc, oficina de la ONU presente en Bolivia con un programa de cooperación técnica desde 1985. Según su página web, primero apoyó en la búsqueda de una solución al cultivo de coca destinado a la producción de cocaína.

‘En ese sentido, el programa dio un fuerte impulso al desarrollo sostenible, tanto en Los Yungas de La Paz como en el Trópico de Cochabamba y paralelamente a la prevención del consumo de drogas’, refiere.

Sobre el tema, el viceministro de Coca y Desarrollo Integral, Froilán Luna, señaló que la concertación con los movimientos sociales y distintas instituciones permitió erradicar tres mil 700 hectáreas (ha) de coca ilícita en Bolivia.

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