Buenos Aires-. Las imágenes de la sede del periódico Clarín totalmente vallada y la sorpresa de muchos que recibieron su notificación de despido en la puerta, genera hoy escozor en varios periodistas argentinos que piden la urgente reincorporación de sus colegas.
Un video que circula por las redes sociales capturó el momento en que uno de los gráficos de ese conglomerado de medios, para el que trabajó durante los últimos 26 años, llega a la puerta del periódico y le prohíben su entrada. Sorprendido intenta preguntar y alguien desde adentro le contesta que debe haber recibido un mensaje por email.
Entre los despedidos también está Rubén Digilio, considerado uno de los mejores fotógrafos de ese medio, en el que llevaba 21 años y le faltaban dos para jubilarse.
Como ellos fueron en total 56 los trabajadores que de la noche a la mañana perdieron su trabajo y la respuesta de sus colegas y de otros medios no se hizo esperar.
Desde el mediodía de ayer y hasta hoy en las redacciones del diario hay una huelga después que la sede del diario más difundido del país y de su planta impresora apareciera rodeado de vallas.
‘Estamos de paro por 24 horas en Clarín contra los 56 despidos, llevados adelante con los métodos del miedo: policías, vallas, listas negras’, apuntó en las redes sociales el periodista Daniel Mecca.
Hasta el momento ha trascendido un comunicado emitido por el gerente general del multimedio, Héctor Aranda, que menciona un ‘proceso de reingeniería’ que obligaba a ‘renovar puestos de trabajos, sumar nuevas capacidades y también a redimensionar áreas para asegurar una transición equilibrada’.
Del emporio de medios, quedaron afuera también reporteros de la revista Olé y de plataformas digitales de AGEA.
Los ahora desempleados exigen la apertura de una mesa de negociación y repudian el modo de actuación de la empresa, que -subrayan- montó un violento operativo policial y de seguridad privada, tanto dentro como fuera del edificio de Clarín, ubicado en la calle porteña de Tacuarí.
Algunos sin previo aviso, otros recibieron un email, en tanto otro grupo fue comunicado de la restructuración debido a la crisis de la industria en una carta formal. Los despidos llegaron uno tras otro.
Desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, hasta en puestos de trabajo en redacciones como Página 12, Perfil, La Nación, por solo citar algunos, con carteles contra los despidos, cientos de colegas se solidarizan hoy con los trabajadores de Clarín.
‘Mucha tristeza por la gente que hoy se queda sin trabajo en Clarín. La responsabilidad empresarial en momentos de crisis debería contemplar otros recursos antes de echar gente, por ejemplo reducir por un tiempo los salarios más altos’, disparó en twitter la destacada escritora Claudia Piñeiro.
‘Es bastante difícil afrontar esto, pero si lo hacemos todos juntos seguro que el resultado será mucho mejor’, sostuvo ayer en una manifestación en las inmediaciones de la sede del diario Francisco Rabini, periodista de ese medio y dirigente del Sindicato de Prensa de Buenos Aires.
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