Por Bárbara Ester-.
El 29 de mayo tras la bochornosa votación de la comisión de Constitución y la comisión Permanente que votó a favor del encubrimiento, eludiendo cualquier sanción al ex fiscal Pedro Gonzalo Chávarry, el presidente Martín Vizcarra dio un mensaje a la Nación en el que manifestó su intención de presentar una cuestión de confianza. La situación puso en evidencia que el Congreso busca a toda costa evitar seguir las investigaciones por corrupción archivando sus causas y tuvo más impacto al tratarse del primer implicado con la supuesta organización criminal de los Cuellos Blancos del Callao.
El presidente realizó este anuncio rodeado de gobernadores regionales y su Gabinete, sin embargo Salvador del Solar, presidente del Consejo de Ministros, presentó la cuestión junto a su Gabinete fijando el plazo de la Legislatura en curso, caso contrario se interpretará como la negación de la misma. Esta cláusula temporal busca presionar para que la reforma política esté vigente en los comicios de 2021. Si bien el anuncio se da un día después del blindaje del fiscal, esta medida busca la aprobación de cinco proyectos de reformas políticas presentadas a la comisión de Constitución y demoradas por la misma:
- Cambios en la inmunidad parlamentaria de los congresistas.
- Impedir que las personas condenadas puedan ser candidatos.
- La incorporación de primarias abiertas y obligatorias.
- Eliminar el voto preferencial, para reemplazarlo por un sistema de lista cerrada con paridad al 50% y alternancia para garantizar la participación política de las mujeres.
- Más requisitos para impedir el financiamiento ilícito de las campañas políticas.
En total ya suman cuatro cuestiones de confianza presentadas desde 2016 hasta el momento: dos en la administración de PPK (junio y septiembre de 2017, la segunda implicó la crisis del Gabinete y la renuncia de todos sus miembros) y dos en la de Vizcarra: el 16 de setiembre del 2018 para aprobar las cuatro reformas constitucionales que él mismo había presentado ante el Legislativo 40 días antes y la segunda el 30 de mayo. Tal como estipula el artículo 133 de la Constitución al tratarse de la segunda cuestión de confianza en caso de ser negada nuevamente la confianza al Gabinete el ejecutivo tiene la facultad (pero no la obligación) de cerrar el Congreso y convocar a nuevas elecciones legislativas en un plazo de cuatro meses.
Cuestión de (des) confianza
La votación se define por mayoría simple (66 de 130 congresistas o mitad más uno de los presentes) y hay tres alternativas:
- El Congreso niega la confianza y Salvador del Solar junto a todos los ministros deben renunciar. Esto habilita al ejecutivo al cierre del recinto y la convocatoria a unas nuevas elecciones legislativas en un plazo de cuatro meses.
- El Congreso otorga la confianza y se compromete a tratar las reformas propuestas por el Ejecutivo en la comisión de Constitución, donde nuevamente está sujeta a la revisión y cambio de los congresistas que puede ser meramente de redacción o de aspectos sustanciales de las propuestas. En este caso el Ejecutivo puede interpretar que la confianza no le ha sido otorgada de hecho y queda abierta la disolución del Congreso.
- Pueden aprobar la confianza en la Legislatura en curso pero luego negarla en la siguiente, en cuyo caso el presidente puede interpretar que la confianza le ha sido rehusada y, por ende, nuevamente habilita la clausura del legislativo.
#ConMisCorruptosNoTeMetas
Sobre la exoneración de Chávarry no amerita la cuestión de confianza, sino más bien se trata de una exhortación del ejecutivo sobre un tema que automáticamente expresa la opinión general: que el ex fiscal sea absuelto refleja la impunidad del Congreso. Aún así hay distintas instancias donde esto puede ser apelado y rever la resolución de la comisión permanente:
- La apelación de fiscales por la causa de los “Cuellos Blancos”.
- A pedido del pleno del Congreso que puede cambiar lo votado por la comisión permanente.
- Por intermedio de la nueva Junta Nacional de Justicia.
Hasta ahora parece poco probable que el Congreso atente contra sí mismo y niegue la confianza. Las bancadas que votarán a favor de negarle la confianza pero buscando ponerle freno a un Congreso desmadrado serán Nuevo Perú, el Partido Liberal, el Frente Amplio, Alianza para el Progreso y Peruanos por el Kambio. Con respecto a las otras bancadas no han presentado una decisión como bloque por lo que aún no es seguro cómo votará Cambio 21 (el bloque del fujimorismo disidente de Kenji Fujimori), Concertación Parlamentaria (ex PPK que decidieron romper con Vizcarra alegando la concentración de poder dentro de Peruanos por el Kambio), Acción Popular ya que Víctor García Belaúnde consideró que se trataba de una jugada del presidente para recuperar su popularidad en caída, Unidos por la República (ex PPK y FP) quienes no se pronunciaron al respecto, al igual que los No Agrupados.
Por su parte el fujiaprismo tampoco se encuentra sólido luego de las declaraciones de Daniel Salaverry (ex congresista naranja, hoy independiente) quien pidió a sus ex compañeros de bancada que no se dejen amedrentar por la cúpula fujimorista, al parecer esto habría provocado la pérdida de entre 8 y 12 congresistas quienes se aglutinarían como independientes. Fuerza Popular cuenta con 55 congresistas que sumados a los del Partido Aprista (5), Fuerza 21 (bloque liderado por Kenji Fujimori con 8 congresistas) sumaría 68 votos, 66 son los necesarios para imponer su decisión–cualesquiera ésta sea-.
Es aún pronto para evaluar resultados finales de la situación entre el Congreso y el Ejecutivo, que nuevamente se encuentra en un punto álgido. El desenlace será el próximo martes 4 de junio. Lo que ha quedo en evidencia hasta ahora es el lazo del fujiaprismo con la impunidad y la necesidad del país de avanzar en cambios estructurales que permitan ir más allá de constantes presiones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
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