Editorial Cambio-.
La alianza que selló Comunidad Ciudadana, encabezada por Carlos de Mesa, y Columna de Integración (CI), que lidera Leopoldo Fernández, secundado por la senadora Carmen Eva Gonzales, es una muestra de la desesperación y el oportunismo de una candidatura que empezó a desmoronarse como consecuencia de los últimos yerros electorales cometidos por sus dirigentes.
El pacto no tiene ninguna afinidad político-ideológica, ya que Gonzales se ubica en el ala más extrema de la derecha boliviana y es una abierta partidaria del retorno al país de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y otros organismos estadounidenses que hicieron de la injerencia/intromisión en los asuntos internos del país una tarea cotidiana.
En tanto, Fernández —conocido en Pando como el ‘Cacique’— fue condenado a 15 años de prisión porque se demostró su autoría intelectual en la Masacre de Porvenir, en la que murieron 13 personas: Pedro Oshiro, Celedonio Bazualdo, Jhonny Cari, Wilson Castillo, Alfonso Cruz, Arnoldo Gonzales, Wilson Mejía, Bernardino Racua, Díter Tupa, Alfredo Robles, Félix Roca, Ramiro Tiñini y Luis A. Rivero.
El Ministerio Público sindicó al exprefecto pandino de los delitos de asesinato, terrorismo, homicidio, asociación delictuosa y lesiones graves y leves. Junto a Fernández fueron procesados Edwin Ventura, exalcalde de Porvenir; Juan Marcelo Mejido y Hernán Justiniano. Todos fueron condenados, aunque se los exculpó de algunos delitos. Ventura fue condenado a nueve años de cárcel, Justiniano a ocho años y Mejido a cinco años. El ‘Cacique’ fue condenado por el delito de homicidio en el grado de autoría mediata, es decir, autoría intelectual, y se le absolvió de los delitos de terrorismo, asesinato, lesiones graves y gravísimas, y asociación delictuosa.
La Fiscalía demostró que Fernández ordenó cavar zanjas cerca de Porvenir para que no puedan transitar libremente los campesinos que presuntamente iban a tomar la prefectura. Al forzar los marchistas su paso por las zanjas, se produjo su matanza por parte de funcionarios de esa institución, afines a los cívicos de ese entonces.
Instituciones como la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) confirmaron que hubo una masacre de indefensos campesinos por parte de grupos vinculados a los cívicos pandinos y al exprefecto del departamento amazónico.
Después de describir estos hechos, ¿cómo se explica la alianza entre De Mesa-Fernández-Gonzales? ¿Hay un lugar común entre Comunidad Ciudadana y Columna de Integración? El pacto, a pesar de que fue negado por dos voceros de Carlos de Mesa, se explica por el oportunismo, la desesperación y el pragmatismo, lejos de los principios ideológico-políticos.
La únicas coincidencias que tienen están vinculadas al restablecimiento de la presencia omnipotente de Estados Unidos en el territorio boliviano a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés) y de la Administración para el Control de Drogas (DEA), que en los tiempos del neoliberalismo se encargaron de tareas de espionaje e injerencia en asuntos internos del país.
Bolivia y EEUU no tienen relaciones diplomáticas después de que el presidente Evo Morales expulsó al entonces embajador Philip Goldberg por conspiración política. También echó a ambos organismos estadounidenses porque Bolivia es una patria digna y soberana, libre de injerencias imperiales e intereses extranjeros.
Los bolivianos y sus organizaciones sociales no permitirán el retorno de políticos que se pondrán de rodillas ante Estados Unidos.
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