La Paz (ABI).- El vicepresidente Álvaro García Linera advirtió el jueves que la indecisión y ambigüedad del candidato presidencial de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, y la ideología ultraconservadora de Óscar Ortiz, postulante de Bolivia Dice No (BDN) caracterizan a la oposición que está en carrera electoral rumbo a los comicios generales del 20 de octubre próximo.
«En el ámbito político lo que yo le observo (a Mesa) es su indecisión, para gobernar no puede ser un tipo indeciso, puede ser un tipo que oye y consulta, pero la indecisión y ambigüedad es la catástrofe», señaló en una entrevista con el programa Levántate Bolivia difundido por Cadena A.
Entre algunas de las varias contradicciones de Mesa, que son más de 16 hasta la fecha, está la Guerra del Gas, pues en octubre de 2003 prometió justicia a la ciudad de El Alto, pero en marzo de 2018 se negó a ser testigo de cargo en un juicio en una Corte Federal de Estados Unidos en contra de Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Sánchez Berzaín.
En diciembre de 2003, solicitó inmunidad para militares estadounidenses en Bolivia; sin embargo, en abril de 2019 negó este hecho. En diciembre de 2017, dijo que no postulará para presidente; sin embargo, en octubre de 2018 confirmó su participación en el proceso electoral. El 8 octubre de 2018, señaló que no tenía cuentas bancarias en el exterior y solo unas semanas después, el 30 de octubre, se comprobó que sí tenía cuentas en el BBVA de España.
En febrero, manifestó que no debatirá con Evo Morales; sin embargo, el 8 de julio cambió de opinión y desafió al candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS). El 12 de mayo de 2019, mediante un tuit, pidió más transparencia a la Policía y al Órgano Judicial por estar involucrados en delitos y en narcotráfico; sin embargo, el 31 de enero de 2004 autorizó la quema de los papeles de los gastos reservados mediante el DS 27345 con la intención de eliminar la información sobre cómo se usaron esos fondos en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, entre otros.
Consultado sobre Ortiz, García Linera consideró que tiene una «ideología muy conservadora que exacerba los racismos y la mirada ultraconservadora».
«Hoy no son tiempos de extremos, el temperamento boliviano se ha modificado y apuesta por estabilidad (…) él representa una oleada ultraconservadora desencajada de la realidad boliviana», manifestó.
El también candidato a la vicepresidencia por el partido gobiernista aseguró que Ortiz representa a una derecha «casi cavernaria con una ideología muy peligrosa para el país» , lo que -a su juicio- es un retroceso en la construcción de un pensamiento moderno y social en Bolivia.
Los antecedentes de Óscar Ortiz están marcados por informes, como el que dio a conocer el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, el 24 de agosto de 2016. Denunció que el senador por Unidad Demócrata (UD) recibió financiamiento de organizaciones extranjeras y cometió los delitos de incompatibilidad de funciones, uso indebido de influencias y conspiración contra el Estado Plurinacional.
El investigador Marcelo Inti Saravia afirmó que Óscar Ortiz mostró su verdadero rostro de operador de la derecha boliviana cuando Evo Morales fue posesionado presidente, en 2006.
Desde su puesto como senador por Poder Democrático Social (Podemos) y presidente del Senado (2008-2009) activó sus ataques desestabilizadores en contra del gobierno de Morales.
Fue nombrado secretario departamental de Coordinación Institucional en la Gobernación de Santa Cruz (2010-2014), aquel puesto le significó una posición clave para la conspiración y el ataque político.
Ortiz formó parte del movimiento separatista cruceño radical, con Branco Marinkovic (hoy prófugo), Carlos Dabdoub y Germán Antelo, miembros de las logias Caballeros del Oriente y Toborochi.
Inti Saravia también indicó que Ortiz conspiraba con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos, además del partido Podemos, de Jorge Tuto Quiroga, con el fin de negociar el referendo autonómico.
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