La Paz.- El ministro de Gobierno, Carlos Romero, denunció el domingo que los cívicos opositores, quienes mantienen movilizaciones, ahora, en demanda de la renuncia del presidente Evo Morales, «amordazan», «alinean» y «censuran» a la prensa a título de «defensa de la democracia».
«La prensa ha sido convocada al Comité Cívico, a los periodistas se los está alineando en una línea discursiva, en una línea informativa. ¿Eso es democracia? Simplemente dos dedos de frente, no podemos amordazar a la población, conculcar sus derechos, amordazar a la prensa a título de defensa de la democracia», dijo en entrevista con medios estatales.
De acuerdo con Romero, uno de los dispositivos de la estrategia de «golpe de Estado» de los cívicos es la conculcación de las garantías constitucionales de los ciudadanos, en el que se encuentra un «amordazamiento» y un «alineamiento» de los medios de comunicación.
Manifestó, por ejemplo, que la semana pasada, mientras era entrevistado por un medio televisivo, el periodista que hacía la entrevista recibió una amenaza vía celular, por haberle dado palestra a una autoridad del Gobierno.
«Ayer, sábado, me sorprende, yo tenía una entrevista en El Deber Radio, concertamos la entrevista, esperé toda la mañana, nunca me llamaron, seguramente ha habido alguna intimidación, presumo», agregó.
Indicó que los otros dos dispositivos son: activación de un sentimiento racista para generar confrontación entre la población civil y confrontación violenta contra las instituciones del Estado, particularmente la Policía Boliviana.
Para el Ministro de Gobierno a los cívicos no les interesa la auditoría que realiza la Organización de Estados Americanos (OEA) a los comicios en Bolivia, no quieren segunda vuelta, piden nuevas elecciones sin el presidente Evo Morales ni el opositor Carlos Mesa.
Por tanto, aseguró: «¿Qué significa esto? Que en realidad elecciones, Tribunal Electoral, OEA, auditoría, todos son elementos secundarios, porque aquí hay una estrategia de golpe de Estado».
Tras los comicios del 20 de octubre estallaron en el país movilizaciones a raíz de una denuncia de supuesto fraude, que hasta la fecha no cuenta con pruebas fehacientes; sin embargo, los grupos radicales, de derecha y oposición viraron su discurso y van por la renuncia del mandatario elegido constitucionalmente.
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