marzo 29, 2024

La inquisición con todos los poderes en el Ecuador


Por Soledad Buendía Herdoíza * -.


Estimados lectores hoy quiero romper el silencio, soy Soledad Buendía feminista, política de izquierda, exministra en el gobierno de Rafael Correa, militante de la Revolución ciudadana y parlamentaria ecuatoriana, electa para el periodo 2017-2021, y quiero contarles mi historia.

Por mi posición política, desde hace aproximadamente de tres años he sido víctima de persecución, linchamiento mediático, acusaciones falsas y amenazas. Las amenazas de muerte iniciaron hace años, la primera denuncia fue presentada a las autoridades competentes el 8 de septiembre de 2017. Luego continuó el acoso y la suplantación de identidad, lo cual fue nuevamente denunciado a la Fiscalía. Posteriormente, bajo sustitución de mi identidad, lograron entrar dos hombres armados a mi despacho en la Asamblea Nacional, acto nuevamente denunciado al presidente de dicha institución. Ataques e insultos en redes y en medios de comunicación se sumaron al constante hostigamiento judicial y a una amenaza de bomba en el conjunto habitacional donde resido. En el marco del paro nacional de octubre de 2019, la violencia se incrementó contra nuestro grupo político en la Asamblea Nacional, siendo acusados directamente en cadena nacional por el propio presidente de la República, el día ocho de octubre de 2019, cuando se presentaron imágenes de nuestros rostros y publicaciones de nuestras redes sociales. Allanamientos, seguimientos extrajudiciales y la prisión de varios dirigentes fueron el marco del 14 de octubre, día en que junto a mi esposo solicitamos protección internacional y asilo político al Gobierno mexicano.

La Asamblea Nacional, lejos de darme protección y respetar mis derechos como legisladora, me ha vulnerado de igual manera, el presidente del Parlamento me ha retirado todos los derechos que como legisladora tengo. Luego de una resolución emitida por el Consejo de Administración Legislativa, el 24 de octubre de 2019, donde se aprueba la principalización provisional del asambleísta suplente y la suspensión de sueldo del asambleísta principal, se me notifica el aviso de salida de la Asamblea Nacional con fecha 13 de octubre de 2019. Aquí se evidencia una clara vulneración de todos mis derechos como legisladora.

No les bastó con alejarme de mi familia y de mi país, no les bastó con impedirme el ejercicio de mi cargo, hoy, en medio de la crisis por Covid-19, inician un nuevo proceso de persecución. Por declaraciones públicas del Secretario de Comunicación del gobierno del Ecuador, Gabriel Arroba, el 27 de marzo de 2020, en el diario El Universo, llega a mi conocimiento que se ha iniciado una nueva investigación por difundir noticias falsas.

En mi exilio obligado estoy dedicada a la academia, a la investigación en educación y género y a la publicación de artículos y documentos relacionados. No tengo ninguna responsabilidad en el tema. No he participado en difusión de noticias falsas ni desde mis cuentas, ni desde ningún otro mecanismo.

Las mujeres ecuatorianas aún nos enfrentamos a diario contra múltiples formas de violencia de género que, al parecer y a pesar de ejecutarse de forma sistemática, no constituyen una problemática relevante para las instituciones públicas, pues pasan a ser calificadas como hechos aislados que atañen al ámbito personal, que debe ser enfrentado individualmente por cada víctima fomentándose la naturalización esta violencia.
Me han perseguido y me siguen persiguiendo, me han denigrado por mi condición de mujer política, pretendiendo anular con ello mi dignidad y mis derechos. Hoy rompo el silencio y digo: ¡Basta de violencia! ¡Basta de persecución!

• Asambleísta por la Provincia de Pichincha de la Asamblea Nacional del Ecuador

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