abril 28, 2025

Impunidad, nunca más: la historia de Fernando


Por Ariana Campero Nava * -.


Coincidencias de agosto: el año de fallecimiento de mi viejito Fernando Campero Marañón, más conocido en su militancia como “Alejandro”; 50 años del golpe militar de Banzer; y el informe final del Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) sobre los meses difíciles de 2019.

En un contexto en que la prensa nacional busca victimizar a Áñez por su salud mental, recordamos a lxs desaparecidxs, torturadxs, presxs políticos de la dictadura de Banzer, los cuales estuvo mi padre Fernando, quien no vio a sus verdugos tras las rejas, al contrario, vio gobernar por segunda vez a Banzer y volver a reprimir al pueblo durante la Guerra del Agua; el dictador murió en libertad, sin pagar por sus crímenes. Es decir, mi familia nunca obtuvo justicia, y no me refiero a resarcimiento económico.

Mi papá nació en Cochabamba el año 1953, en el seno de una familia de 10 hijos, y a sus 14 años empezó a militar en la Juventud Comunista de Bolivia, en el círculo Ho Chi Minh –en la organización también militaban varios de sus hermanos–. En 1971 se consumó el golpe de Banzer, entonces vendrían siete años oscuros para la familia. Por su militancia política cae preso desde octubre de 1971 a junio de 1972, junto a tres de sus hermanos: Marcos, José y Gonzalo. Marcos sobrevivió a dos disparos en la columna, torturas; al final lo lanzaron de un segundo piso y desde sus 17 años vivió en una silla de ruedas; tampoco obtuvo justicia.

Después de salir de la cárcel, Fernando fue becado en la exURSS, donde recibió formación política hasta 1973. Retornó a Bolivia y se incorporó como funcionario del Partido Comunista, siendo detenido nuevamente en la marcha de los trabajadores contra la dictadura el 1 de mayo de 1974; meses después sale en libertad y participa como delegado en diferentes encuentros internacionales, él recordaba con cariño el Encuentro Mundial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en Praga, Checoslovaquia. En octubre de 1976 cae preso, es torturado y aislado, nunca delató a nadie; esta vez sale libre por la Amnistía General que logró la masiva huelga de hambre de 1977. Similar suerte corrieron sus otros hermanos: Eduardo “Baco” sufrió las mismas vejaciones en la dictadura. Mi abuela nos contaba su peregrinaje para conocer el paradero de sus hijos y las humillaciones que recibía de militares para tan solo saber si estaban vivos.

Cerca del año 2000 mi padre fue cofundador del Movimiento de Solidaridad con Cuba en Cochabamba, en adelante su vida la dedicó a la solidaridad con la isla, a la denuncia del bloqueo económico, a la liberación de los 5 héroes y la participación en la coordinación de bienvenida a la Brigada Médica Cubana desde los inicios del Proceso de Cambio; su obra solidaria merece otro artículo.

El 2018 fue diagnosticado de cáncer colorrectal con múltiples metástasis y un año después presenció el golpe de Áñez. Durante algunas semanas de noviembre de 2019 –en estado terminal de la enfermedad– tuvo que refugiarse en otra casa junto a mi mamá, porque yo recibía amenazas por haber sido parte del gabinete del presidente Evo, preferimos tomar recaudos por razones lógicas.

La salida de Bolivia fue precipitada por malos tratos que recibió por parte de algunos mal llamados profesionales de salud del Hospital Viedma, quienes le recordaban con desprecio que era mi padre.

Cuba, eternamente solidaria, lo recibió a él y a mi mamá en febrero de 2020, se atendió en el Instituto de Oncología de La Habana; falleció el 8 de agosto del mismo año. La enfermedad le arrebató la oportunidad de presenciar la victoria electoral pero hasta su último día confió en el triunfo.

El informe del GIEI ratifica la ilegalidad de Áñez y los crímenes de lesa humanidad que cometieron. Por ello, su destino debe ser el de García Meza, jamás puede repetirse la impunidad de Banzer, sino el futuro de Bolivia sería ser cuna de nuevos genocidas.

El triunfo del 55% fue un homenaje póstumo a la de miles luchadorxs anónimxs, como Fernando. Su alma revolucionaria descansa en paz.


* Exministra de Salud.

1 comentario en Impunidad, nunca más: la historia de Fernando

  1. Tienes mucha razón prima, toda la historia de los neoliberales nos recuerdan casos como el de tu padre, por ello, debemos apostar por LA PATRIA GRANDE. Mi sentido pésame por lo de tu padre.

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