Fortín Ravelo, Santa Cruz-. (ABI). – El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, entregó en el puesto militar adelantado Regimiento de Infantería 15 Junín, conocido como Fortín Ravelo, un pozo de agua que beneficiará al contingente militar fronterizo.
Esa zona del país, frontera con Paraguay, distante a 500 kilómetros al este de Santa Cruz de la Sierra, marcó un hito en la Guerra del Chaco (1932-1935) al constituirse en el último bastión que contuvo el avance de las tropas paraguayas.
El pozo de agua, anhelado por los soldados en la guerra del Chaco, tiene 70 metros de profundidad.
De acuerdo con un reporte institucional, fue grande la “alegría de los soldados al recibir el agua y hasta jugar con ella”.
Novillo llegó al fortín acompañado por comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, general Hugo Arandia López, y el comandante del Ejército, general José Zúñiga Macías.
“La presencia de la comitiva de tan alto rango constituye un verdadero acontecimiento para los soldados, pues no se tiene registro de una visita similar”, señaló un reporte de prensa de Defensa.
Los fortines Ravelo, Ingavi, Aroma y Junín fueron construidos en 1932, de acuerdo con documentos oficiales, sin previsiones de pozos de agua.
Durante la guerra, paraguayos y bolivianos se enfrentaron en el inhóspito Chaco Boreal, al cual llamarían por igual el “infierno verde”.
La falta de agua causó miles de bajas y fue el mayor enemigo a vencer en la contienda.
La novela La Laguna H3, de Adolfo Costa Du Rels, describe la tragedia de la sed unida a la angustia de los soldados en el Chaco.
Laguna H3 es un alegato del espíritu frente a la orgullosa desesperación del soldado, al verse abocado a una muerte tan sórdida como miserable, sin perder la confianza en la justicia divina.
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