Por Sergio Salazar Aliaga -.
Alejandro Ríos Pérez es un coleccionista de vinilos y de todo tipo de música en físico, su afición por la música del grupo boliviano de rock Climax lo llevó a producir un documental de su trayectoria, desempolvando el pasado de una de las bandas más reconocidas del país, artífice del disco “Gusano mecánico”, esta es la tercera parte de nuestra conversación.
Climax
“José Eguino y Javier Saldías tenían el grupo Blacks Birds; Álvaro Córdova la banda The Turtles (Las tortugas); a los tres les salió un viaje a los Estados Unidos, a finales de los 60, así que viendo de primera mano a los mejores músicos armaron un grupo con ese estilo. Al comienzo era más psicodélico, después más progresivo.
Discolandia les ofreció grabar dos EP, covers de cuatro canciones, luego ya fueron a grabar sus propias canciones. Antes de eso llegó a su vida un marine estadounidense, un señor que trabajaba en la Embajada norteamericana: Ellos estaban tocando blues en una fiesta y se les acercó el marine con su armónica y se puso a tocar con ellos, lo invitaron a grabar; se trata de Bob Hopkins. Toda esta historia está en el documental.
Cuando grabaron el ‘Gusano Mecánico’ en Discolandia la postproducción tardó muchísimo, en ese tiempo irrumpió la música disco, el rock comenzó a decaer, el interés de la gente ya no era el mismo y decidieron separarse.”
Documental de Climax
“Este proyecto inicia en 2015, ahí nace la idea, lamentablemente la historia del rock boliviano no está documentada, busqué material audiovisual y no existe, los medios de los años 70 no se interesaron por el rock, de hecho era mal vistos. Fui preguntando a amigos y a gentes si conocían la banda Climax, y el 95% me respondía que sí, pero del grupo cumbia cochabambino, que es estilo chicha, como Maroyu, entonces fue el momento en que me puse en alerta, ¿qué estaba pasando? ¿Por qué no conocían al grupo de rock? (Y si ubicaban, solo conocían los covers).
Nadie conocía ni una canción del álbum ‘Gusano Mecánico’, tal vez alguna vez habían visto el disco, pero no identificaban las canciones, incluso para gente melómana, que conoce mucho de música, que oyen bastante rock boliviano, Climax es la ficha faltante de la historia de este. Siempre lo he visto así, porque, por ejemplo, cuando hablas de Wara todos te responde: ‘Claro, el disco ‘El Inca’’, pero si preguntas del ‘Gusano Mecánico’ nadie ubica.
Entonces me fui por ese lado, para mostrar a la gente, a las nuevas generaciones, que existía ese grupo tan bueno, había que continuar la historia y las personas que sí vivieron la época que redescubran, que resurja ese interés; y los que nunca lo escucharon que valoren lo que tenemos, que digan que era un gran grupo, ese fue el objetivo.
Con el documental no quería contextualizar con otras bandas del momento, sino meterme de lleno en lo que fue Climax y hablar solo de ellos. Narra las historia de esos cuatro músicos: José Eguino, Javier Saldías, Álvaro Córdova y José Zapata (lead guitar), quien integró brevemente la banda junto a David Huet (†), que más tarde formaría en los Estados Unidos el grupo Black Cream.”
El comienzo
“Me interesa mostrar toda su historia. Al principio ha sido difícil, los pude ubicar, seguir sus rastros, entendí que para el público Climax era algo que ya había pasado, ellos mismos sentían eso, que era algo del pasado y que nadie se acordaba, lo hicieron y estaba ahí y ya, para qué desenterrarlo. Al principio casi pierdo las ganas, más bien no fue así y seguí intentando.
José Eguino estaba entusiasmado, pero Javier y Álvaro me decían: ‘ ¿A quién le va interesar? ’. Me costó mucho convencerlos, pero cuando entraron al proyecto y les mostré el primer borrador ya cambió la figura, y me dijeron: ‘Está bien, lo haremos’. Me sugirieron cambios, había cosas que iban recordando, entonces íbamos sumando. Ahí fue donde fue creciendo, cuando ellos se subieron al barco.
Es mi primer documental, mi primer largometraje. En la Universidad hice algunos para participar en concursos, pero esto fue lanzarse a la piscina, hacer algo independiente; si bien acá no hay una industria bien cimentada, hacerlo más independiente es súper difícil, siento que logré el objetivo, ver la reacción de la gente, están esperando que saque para la venta y escuchando al grupo, cumplí lo que quería.
Tiene una duración de casi dos horas, pero es súper dinámico, eso me pasa cuando voy a los cines a querer promocionarlo, digo que tengo una película y me abren los ojos, pero cuando especifico que es un documental todos piensan que es algo aburrido.”
La presentación
“La hice en la Cinemateca Boliviana, en la sala más grande, y se llenó. Espero poder ahora sacarla al interior del país, es otra meta que tengo. Al principio no había muchas expectativas y me dieron la sala pequeña, pero al vender las entradas en preventa y ver las ventas me facilitaron la sala grande, ese día fueron los Climax, menos Álvaro, que sufrió un accidente; ellos estaban contentos porque había gente viendo su historia, les hacían firmar los discos, valió la pena.
Ellos han vivido de la música toda su vida, cumplieron su sueño. Cuando engranamos fue cuando nos pusimos a hablar de música, desde los Beatles hasta Bosa, fuimos llevando bien, Álvaro era más cerrado, pero al hablar de música de rock más sesentero, en realidad él conoce todo, sabe de muchos géneros, realmente es muy completo en el tema musical.”
Historias
“Hay cosas que no entraron en el documental: Álvaro Córdova tiene una carrera increíble, vivió en los Estados Unidos, Venezuela, llegó a tocar con músicos de primer nivel, incluso llegó a telonear a la banda Van Halen; conoció a Carlos Santana y le regaló una copia del ‘Gusano Mecánico’, hay unas fotos sobre eso.”
- Cientista político.
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