octubre 5, 2024

¿Más DEA, más narco?: Bolivia rechaza las críticas a su lucha contra las drogas formuladas por EEUU

El Gobierno de Luis Arce rechazó el memorándum presentado por la gestión de Joe Biden, según el cual Bolivia no cumplió con sus «obligaciones» para erradicar las drogas y el narcotráfico en los últimos 12 meses. Desde el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas remarcaron que en aquellos países donde actúa la DEA (Agencia de Lucha contra las Drogas, de Estados Unidos) los cultivos de arbustos de coca no dejan de aumentar.

«Rechazamos el memorando unilateral de los Estados Unidos que descertifica a Bolivia sin ningún sustento técnico ni científico, que viola la soberanía de los estados, además de ser injerencista», dijo este lunes 17 de septiembre el viceministro Jaime Mamani Espíndola en conferencia de prensa.

Destacó que desde la expulsión de la DEA del país, en 2008, durante la presidencia de Evo Morales (2006-2019), el Gobierno boliviano coordina con los organismos pertinentes de las Naciones Unidas para desarrollar una lucha contra las drogas soberana, sin imposiciones de otras naciones.

Sputnik dialogó con la criminóloga Gabriela Reyes Rodas, consultora internacional en cuestiones relacionadas con el crimen organizado, tráfico de drogas y seguridad ciudadana. Para ella, la postura del Gobierno de Biden «no es una novedad, porque ya son casi 20 años que EEUU descertifica a Bolivia».

Agregó que «obviamente (el memorándum) está muy relacionado con la expulsión de la DEA cuando el presidente Morales asumió el Gobierno, en el marco de la nacionalización de la lucha contra el narcotráfico».

Más DEA, más droga

Según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, «el mundo es testigo de que la política de guerra contra las drogas de los EEUU ha fracasado. Donde está la DEA se incrementan los cultivos de coca y el narcotráfico».

Puso como ejemplo Bolivia, donde «antes de la instalación de bases militares norteamericanas existían alrededor de 4.000 hectáreas de cultivos de coca. Con la llegada de la DEA, estos cultivos se incrementaron a 58.000 hectáreas en el año 1988».

En este punto, Reyes coincidió con Mamani Espíndola: «Es totalmente cierto. Hay que ver cómo están hoy día México y Colombia, los países con mayor participación de la DEA. Podemos ver cómo está la seguridad en Ecuador y en Paraguay, sobre todo la violencia relacionada con el narcotráfico».

Y subrayó: «El hecho de que EEUU no tenga participación activa en la lucha contra el narcotráfico en Bolivia es garantía de que no tenemos altos niveles de violencia vinculados al narcotráfico. Es uno de los elementos claves que marcan la diferencia».

En cambio, «en Colombia, Ecuador, México y Paraguay, donde hay una fuerte presencia de EEUU, también hay altos niveles de violencia que no solo involucran a actores relacionados con el tráfico, como ser narcotraficantes o policías, sino que también acapara a periodistas, abogados y políticos, entre otros».

Para Reyes, son situaciones que desbordan a los actores vinculados a la cadena del narcotráfico.

Coordinación internacional

El viceministro Mamani sostuvo que Bolivia, como parte de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, evalúa sus políticas antidroga con la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) y el Mecanismo de Evaluación Multilateral de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD).

Estos organismos «en los últimos años han certificado nuestros logros», aseguró Mamani. En este aspecto, destacó que «los bolivianos demostramos al mundo entero que nuestra política soberana de lucha contra el narcotráfico y control de la expansión de cultivos de coca es exitosa. Somos el único país con reducción neta que ha estabilizado los cultivos de hoja de coca».

La consultora internacional, por su parte, remarcó que desde la expulsión de la DEA «la Unión Europea (UE) se ha convertido en un socio estratégico en la lucha contra el narcotráfico para Bolivia, aunque también la población de la UE está entre las principales consumidoras de cocaína», proveniente de varios países de Sudamérica.

Reyes valoró que «la UE no ha trabajado como un patrón, sino como un socio estratégico para enfrentar el narcotráfico con Bolivia. Es lo que marca la diferencia. La UE no le ha dado instrucciones a Bolivia, sino que ha coordinado y respetado el modelo implementado, que en los últimos años ha sido muy exitoso».

El país con más casos de sobredosis

Para el viceministro Mamani, en resumen, «EEUU no tiene ninguna facultad para certificar o descertificar a ningún Estado en su lucha contra el narcotráfico, siendo el país con el índice más alto de consumo de drogas ilícitas en el mundo, con más de 107.000 muertes por sobredosis en la gestión 2023», dijo en conferencia.

Reyes resaltó que a pesar de la descertificación, el Gobierno de Biden mencionó aspectos «positivos» en la lucha contra el narcotráfico.

El trópico de Cochabamba (centro) es una de las principales regiones para la producción de hoja de coca, a la cual desde la Constitución de 2009 se le reconocen usos tradicionales y medicinales, aunque una parte de la producción se desvía a la producción de cocaína.

En 2017, Bolivia amplió la superficie de los cultivos legales de hoja de coca, de 12.000 a 22.000 hectáreas. Se tomó esta decisión fundamentalmente bajo criterios demográficos.

Reyes explicó que en los últimos años el Gobierno nacional designaba a los funcionarios encargados de controlar la producción de hoja de coca en consenso con las federaciones de campesinos cocaleros del trópico cochabambino.

Pero esta región es justamente donde más apoyo tiene el expresidente Evo Morales, quien surgió en el ámbito político como dirigente de las federaciones de cocaleros, en la década del los 80.

A partir de las diferencias internas en el MAS, el Gobierno de Arce ya no coordina con las federaciones para designar funcionarios dedicados al control. Esta decisión sería «positiva» para Biden.

Según el memo del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, Bolivia y otros países «han fracasado manifiestamente durante los últimos 12 meses en adherirse a sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales contra el narcotráfico».

Además del Estado Plurinacional, figuran como «grandes lugares de tránsito o producción de drogas ilícitas» Afganistán, Bahamas, Belice, Birmania, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.

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