Por Luis Oporto Ordóñez *-.
Pulacayo ha trascendido a la historia a raíz de la célebre tesis política de los trabajadores mineros, redactada por Guillermo Lora, y aprobada en el distrito minero. La Tesis de Pulacayo fue el faro que alumbró la historia revolucionaria de los mineros organizados al interior de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), que lograron imponer el modelo de acumulación del capitalismo de Estado que tuvo vigencia desde 1952 hasta 1985.
Desde entonces se estudió la historia del distrito minero de Pulacayo desde diversas ópticas, con énfasis en la época de gloria de Huanchaca, impulsada por los “patriarcas de la plata” y posteriormente por los “barones del estaño” y la era nacionalista que eclosionó en el hundimiento de la mina, medida política sin sentido que marcó el inicio del fin.
Miguel Ángel Tusco, licenciado en Historia por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), tiene el mérito de analizar el período post52, curiosamente olvidado en la agenda de la historiografía nacional. Su estudio fue valorado por el tribunal lector que le concedió la máxima nota y graduación con honores, recomendando la publicación de la tesis de licenciatura, que hoy vemos en la versión impresa con el título Pulacayo, entre la minería y la industria. Vida económica y social (1960-1996), La Paz, Plural editores, 2024.
En su análisis, centra su atención en la evolución socioeconómica interna de Pulacayo, en el arco temporal de 1960 a 1996, fatídico año que marca con fuego la dramática historia del distrito minero. Con un enfoque novedoso, aborda la historia de Pulacayo desde dos vertientes: el estudio económico que disecciona la base de la estructura económica del distrito, con la Planta Industrial Pulacayo, bajo administración de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol); la planta de textiles e hilados de alpaca; y la “Cooperativa Minera Pulacayo Ltda.” El aporte sustancial de esta investigación, sin embargo, viene en la segunda vertiente que analiza lo que denomina el autor como “la dimensión social”, referida a la vida social del centro minero-industrial.
De esa manera resulta este estudio sobre la vida económica y social de Pulacayo, por medio del cual responde a preguntas que guiarán su investigación: ¿cuál es la característica y de qué manera se manifiesta el desenvolvimiento histórico de Pulacayo durante el período 1960-1996, desde la perspectiva de su vida económica y social? y, ¿qué factores, internos y externos, influyen en dicha dinámica?
A través de su estudio visualiza a la población pulacayeña que construyó su espacio industrial y económico, es decir, centra su atención a la masa humana que transformó la región en una alternativa de supervivencia. A lo largo de la segunda parte de la obra emergen de manera sorprendente datos cruciales para evaluar el potencial humano que generó un espacio urbano sociocultural íntimamente asociado a la explotación industrial y el tráfico comercial de los bienes transformados. Disecciona en su estudio la estructura social del centro minero, expresada a través de la vida cotidiana y el desarrollo de sus instituciones educativas, deportivas, sociales, sindicales y culturales, con la identificación y descripción de las principales profesiones, ocupaciones especializadas, lo que constituye el gran aporte de este estudio de microhistoria contemporánea.
La obra está organizada en cinco capítulos: 1. Introducción (marco general metodológico de la investigación); 2. Contexto geográfico (localización y realidad geográfica); 3. El devenir histórico (los antecedentes de la minería y metalurgia en Pulacayo); 4. Vida económica: evolución, producción y organización interna en Pulacayo durante el período 1960-1996; y 5. Vida social: aspectos socioculturales.
El autor ha documentado con rigor heurístico sus hallazgos historiográficos, empleando para tal fin la valiosa documentación del Archivo Histórico Regional Pulacayo y del Archivo Histórico de la Minería Nacional en la ciudad de El Alto, del Sistema de Archivo de la Corporación Minera de Bolivia (proeza que le corresponde a Edgar Huracán Ramírez, lamentablemente fallecido). A esa fuente primaria que empieza a develar su valor e importancia para los estudios históricos se suma la que viene de la historia oral a través de entrevistas a profundidad a extrabajadores y vecinos y vecinas de Pulacayo. La copiosa bibliografía le da un valor agregado a esta obra, pues su alcance es notable.
No podemos dejar de mencionar la importancia de este estudio, rico y nutrido, en develar el ethos del centro minero, conformado por los hechos de hombres y mujeres corrientes de los que la historiografía no se ocupa. Al respecto, el autor afirma: “el sindicato; cuyo rol, si bien para algunos su accionar resultó siempre controversial, la revisión documental, no obstante, nos demuestra que el ‘sindicato’ sí tuvo una activa participación en los momentos críticos que la población pulacayeña se vio obligada a afrontar, por ejemplo, durante el proceso de transición de la minería al periodo industrial (década del 50 al 60). Igual papel, se podría decir, que jugaron las autoridades cívicas, territoriales, a través de los cabildos, que toman fuerza en la década de los 90, durante, y después del proceso de relocalización”.
En sus conclusiones, destaca la urgente necesidad de resguardar y preservar las fuentes primarias de Pulacayo que están expuestas al deterioro y la paulatina destrucción. Su observación es importante y debe tomarse en cuenta. El autor sostiene de manera precisa que “sería bueno (…) impulsar las gestiones correspondientes para que este archivo (cif. Archivo Histórico de Pulacayo) pueda también acoger, en una sala exclusiva, a la amplia documentación de la Planta Industrializadora de Hilados (Combofla – Infol – Hipul); o quizás promover la creación de otro Archivo-Museo en sus propios ambientes, vinculando su funcionamiento a un sistema de archivos desde la Confederación General de Fabriles”.
Mientras tanto, “hoy por hoy, lamentablemente, por el paso del tiempo y las inadecuadas condiciones en las que se encuentra, toda esta documentación viene deteriorándose y, por lo tanto, perdiéndose una invaluable veta de información para la investigación y la preservación de la memoria histórica de este valeroso e histórico pueblo ‘minero-industrial’.”
Nos complace ver que el método de la historia social de los pueblos mineros hubiera calado hondo en la nueva generación de historiadores profesionales. Son ya varios los estudios de esta naturaleza que han nacido en nuestra Alma Mater, la carrera de Historia de la UMSA.
El lector disfrutará cada página y cada capítulo de esta inusual historia económica y social del célebre distrito minero de Pulacayo.
- Magister Scientiarum en Historias Andinas y Amazónicas y docente titular de la Carrera de Historia de la UMSA.
Deja un comentario