Esta es la segunda parte de nuestra conversación con Kevin Quezada, más conocido como Keso, quien nos fue contando un poco de su historia y recorrido musical. Nos habló de algunas movidas en las que estaban metidos. De ser punkeros, a pasar a tocar reggae y después decidir que ya no se podían llamar los Espermatozombies. Tenían que buscar otro nombre, y en la búsqueda encuentran: Prana.
Prana
“Un día mi hermano menor llegó de un centro en Los Pinos que se llamaba Prana. ‘ ¿Sabes lo que significa Prana? ’, me dijo. Me explicó era el aire puro que existía en la Tierra; ahora todo está contaminado.
Llegamos en una la lluvia de ideas con mis amigos a que la palabra Prana es sumamente profunda, viene del hinduismo, se usaba mágicamente para hacer rituales. ¡Alucinante!
Comencé a tocar la guitarra. Pato, que tocaba la guitarra, pero que también sabía tocar la batería, se fue a esta última. Nuestra primera tocada fue el 14 de agosto de 2011 en La Paz, en la kermesse de la promoción del colegio Domingo Savio.
Nosotros éramos los avanzados del curso, en todos los sentidos. Hemos explorado mucho más, todo es frecuencia y enlazas con las personas que tienes que enlazar. Estando en la prepromo me aplacé de año, tuve que repetir, me fui al colegio Loretto. Mi amigo Franco estaba en la promo, en el mismo cole, nos veíamos y salíamos juntos a encontrarnos con los demás, ya teníamos una comunidad, habíamos consolidado. Nos veíamos para todo, siempre estábamos juntos, eso sigue pasando. Son años que estamos así, más que una banda somos cuates que han congeniado para hacer esto. Creo que ahí está lo mágico de Prana.”
Pranear
“La música como tal es bien turbia, te lleva a lugares oscuros, cuando de pronto te llega el dinero te dejas llevar. La palabra Prana nos ha llevado a controlarnos, a cuidarnos. También nos llevó a conocer algunos a otras cosas, uno entiende esa parte de la vida y el cuidado que merece el cuerpo. Antes de tocar nosotros lo llamamos el ‘pranear’, que es una forma de meditar y visualizar como queremos que salga el evento, conectarnos con nosotros mismo para sentirnos en el escenario. Es muy lindo, cuando uno se siente mal todos lo apoyamos, estamos para aportar, para impulsarnos.
Es ahí que hemos comenzado a crecer como banda, nacieron los viajes, las tocadas fuertes, nos íbamos a las montañas también, nos decían que era una banda psicodélica. Salieron canciones como ‘Sinestecia’. En el tercer disco tenemos una canción ‘Pedro Palca’, hay un mensaje en la música porque la música nos ha elegido para algo, y uno se va descubriendo. La música es sentimiento, no hemos venido a cantar fórmulas, sino a explorarlas. Cada banda tiene una historia.”
Primer disco
“Siempre hemos compuesto con los Espermatozombies. Ya teníamos dos composiciones: una llamada ‘La isla’ y la otra ‘Libertad’. Karim Salome tenía muchas letras, Franco igual es, pero sobre todo Karim tenía los acordes. Comenzamos a armar y listo, así empezamos: tocábamos covers, pero al mismo tiempo nuestras compos.
Teníamos algunas compos y la gente cantaba nuestras canciones. No las teníamos grabadas y nos preguntábamos cómo las sabían. Decidimos lanzar nuestro disco, sacamos un single ‘Cielo sin estrella’. Nos encerramos en el estudio todo un día para que todos graben. Teníamos compos como ‘Ojos miel’, había un cover que todo el mundo creía que era nuestro llamado ‘El aire’, del grupo Golden Ganga, que son argentinos. Fue muy linda experiencia.
Cuando lanzamos el tema nos fue bien, entonces nos animamos a grabar el disco. En eso llegó un amigo, Chelo Loza. Él había estudiado Ingeniería de Sonidos en Chile. Un día, en The Dubliner, que ya nos conocían y nos contrataban, Chelo nos vio, nos escuchó y nos dijo que quería grabar nuestro disco. Entonces grabamos. Nos mostró su estudio, ¡relindo!, ahí se hizo la magia, 10 canciones. Tardó medio año. Conocimos el otro lado de la música, el de la producción. Tuvimos una transición de músicos, los que siempre nos mantuvimos somos Mau Prado (guitarra), Karim Salome (guitarra), Franco (bajo) y yo en la voz.”
Concursos de bandas
“Nos postulamos a diferentes concursos de bandas. Sacamos el segundo lugar en el Intermusic, ganamos un amplificador de guitarra. Cuando lo abrimos en el estudio nos dimos cuenta de que era un amplificador de bajo, se lo quedó el bajista, pero en realidad fue mucho mejor porque el bajo siempre tiene que estar gordito, la vida nos premió con eso.
En ese momento, cuando clasificamos a la semifinal, fue chistoso, de mucha suerte. Había una banda que tocaba Panda y lo hacía muy bien, pero como no tenían compos no clasificamos. Después, en la borrachera, nos peleamos. El bajista decía que no se merecían ganar, él estaba consciente. Nosotros le decíamos: ‘tranquilo, tenemos otra oportunidad’. E insistía: ‘ellos se lo merecen’. Ahí es donde lo sacamos al batero y llegó Gary Toño Guardia.
Ya teníamos algunas canciones compuestas, estaba ‘Colito cumbia Ska’, que dice algo así: ‘el colito pide una monedita, cuando tiene hambre y frío, y si tú no tienes una monedita él te cantará una canción, cumbia, el colito canta cumbia, cumbia de la buena, cumbia para bailar, cumbia para gozar’.
Después nos metimos a otro concurso, la Juntucha. En ese sí hemos ganado el primer lugar. Terminado en el evento principal. Ahí pasamos una tragedia. La Juntucha en un 90% es metalero, esto fue en la Plaza Camacho, se armaban dos escenarios, muy bien organizado, muy bueno. Los concursos eran en el Target Urbano Pub, en la 6 de Agosto, que también nos contrataban bastante, y en TTKOS.”
La tragedia continuara en el siguiente número…
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