mayo 19, 2025

La hipocresía ante el intento de golpe de Estado del 26J


Por La Época -.


El jueves pasado, a pesar de que no había transporte público debido a un paro de actividades del sector, el auditorio del Banco Central de Bolivia albergó a cientos de personas, dejando a otras cientos sin ingresar, siendo el escenario de presentación de un documental sobre lo que sucedió el 26 de junio de 2024, cuando el pueblo movilizado y la reacción firme del presidente Luis Arce derrotaron al intento de un golpe de Estado protagonizado por un grupo de militares de alto rango.

El documental hizo revivir las horas de tensión, incertidumbre y dramatismo que se vivieron ese día. La tesis del autogolpe se hizo añicos ante la evidencia de los hechos y en lo central confirmó la tesis de que Bolivia estuvo a punto de reeditar un golpe militar clásico. Un militar de alto rango (Gral. Zúñiga), que se ganó la confianza del presidente Luis Arce y que en su momento abrazó con sinceridad las banderas del pensamiento bolivariano, se puso a la cabeza de un golpe de Estado del que tenía conocimiento la Embajada de los Estados Unidos, un expresidente indígena y un exmilitar que “por méritos” pasó tres veces por la Escuela de las Américas del Comando Sur de los Estados Unidos y asesoró al Ministro de Defensa del exdictador Hugo Banzer Suárez en los últimos tres años de la década del 90.

A pesar de los vacíos de contenido y de forma, el documental aporta elementos para poner en escena a los protagonistas de la intentona golpista. De la voz propia o de las declaraciones ante el Ministerio Público se puede identificar a los actores de primera línea del proyecto antidemocrático que se pretendió imponer en un año en el cual la idea del acortamiento de mandato de Arce era lo central. El movimiento militar fue la expresión de una guerra implacable que la oposición de derecha desplegó contra el Presidente desde el principio de su mandato.

El documental no tiene ninguna carga de parte del Gobierno. Lo que hace es recoger testimonios y pruebas materiales de sus principales protagonistas. Como es obvio, la reacción de los involucrados o mencionados por los autores del golpe no tardaron en manifestarse. El departamento de Estado de los Estados Unidos emitió un duro mensaje y otras personalidades acusaron al Gobierno de usar el tema para abrir una persecución. Todos esos personajes no se pronunciaron sobre las pruebas irrebatibles del golpe de 2019 y sobre lo acontecido en junio de 2024. Los “valores democráticos” de esa Embajada y de políticos y académicos de derecha desaparecieron en ambos hechos comprobadamente antidemocráticos.

La producción audiovisual es de gran utilidad. Su contenido pone en evidencia que democracia y dictadura son dos conceptos interrelacionados para los que tienen una concepción vinculada a las relaciones de dominio y explotación que surgen de la dictadura del capital. Sería demasiado pedir a la derecha y sus intelectuales ser consecuentes con sus proclamados “valores democráticos”. Es más, esos mismos actores -que ahora hacen gala de sus críticas al gobierno “autoritario” de Arce- no se pronuncian ante la contundencia de los hechos que prueban que el 26 de junio de 2024 sí hubo un intento de golpe de Estado. Como dijo el presidente Arce, parafraseando a un gran dirigente sindical de los 80, el pueblo es más fuerte que las armas.

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