por: Iván Miranda Balcázar *
La reflexión de la política desde la politología constituye hoy un imperativo para practicantes y teóricos que se ocupan de analizar las relaciones de poder, el campo político, la cuestión gobernantes – gobernados, las multitudes en acción o la sociedad política y la sociedad civil.
Cuando se habla de ciencia política en Latinoamérica, y por tanto en Bolivia, necesariamente hay que remitirse a las concepciones de lo que significan la ficción de la objetividad y neutralidad de la ciencia, la posibilidad de un pensamiento político propiamente latinoamericano y la persistencia cada vez más vigente de las posiciones críticas al sistema político.
También hay que considerar la tendencia a la inercia y al «paro de los intelectuales», que fue profundizándose conforme los tecnócratas y técnicos se apropiaron del campo teórico y mediático desde los primeros años de la década de los 80 hasta el punto de inflexión de los primeros del 2000, marcado por hechos de carácter mundial que rompieron el equilibrio bipolar e inauguraron el mundo unipolar, multipolar y global.
La interpretación de la ciencia política en la región – caracterizada por la presencia de un imaginario colectivo altamente creativo que no se supedita al orden racionalista deseado por el capitalismo – necesariamente debe remitir a la ineludible articulación de un proceso social y cultural y a los parámetros metodológicos de la ciencia política vista desde una posición dialéctica.
No es pertinente ni productivo separar el estudio de la realidad a partir de recortes tradicionales de la ciencia política, ya que se evidencia que la aplicación de modelos positivistas deviene en consultorías, diagnósticos, formulación de proyectos y elaboración de mecanismos para refuncionalizar las instituciones sociales y políticas al orden político democrático representativo y a la libertad de mercado, que es lo que ha ocurrido en los últimos tiempos.
En esa dimensión, la cuestión de los partidos políticos se ha circunscrito a «estereotipos» como la discusión de partidos sistémicos, asistémicos, antisistémicos, entre otras áreas de debate para justificar formas de pactos de gobernabilidad, acuerdos interpartidarios y coaliciones en función de intereses comunes. Estas expresiones se han agotado en la historia y por la historia, por tanto, corresponde la reflexión desde una dimensión de base amplia, con sujetos y actores sociales desde la democracia de los bloqueos, las marchas, las multitudes, la participación social y los colectivos adoptados por la nueva forma de hacer la política.
Siendo así la realidad boliviana, la ciencia política pretendida por los teóricos del orden y la racionalidad no es sino una ficción. La realidad de la ciencia política sólo puede ser producto de la expresión social de los pueblos, por tanto creativa, abierta a la opción de cambio, eminentemente subversiva y desordenadora de aquellas manifestaciones homogeneizadoras y supeditas a centros políticos. Lo que significa que la construcción de la ciencia política en Latinoamérica y en Bolivia tiene una única sujeción: la dinámica social, el proceso de creación de las masas. A partir de esta base se utilizan técnicas, procedimientos y métodos específicos como datos complementarios.
Escenario previsible para el análisis político
Agenda política de hoy
1. Recuperar el sentido del debate político como mecanismo articulador para la toma de decisiones.
2. Construir la noción de la política en el nivel teórico – práctico desde las prácticas políticas de la sociedad y desde la acumulación de experiencias en este largo proceso político sin exclusiones ni límites jurídicos.
3. Profundizar el estudio teórico de la constitucionalidad en Bolivia como proceso de construcción social y política, de confrontación de proyectos históricos.
4. Fortalecer la opción política con actores políticos y movimientos sociales que constituyan nuevos proyectos sociales y políticos alternativos.
5. En esas condiciones, el Nuevo Orden Estatal en Bolivia es un momento más en la lucha política, que puede ser la apertura para diversos proyectos de vida y de Estado.
Iván Miranda Balcázar es profesor titular en la Universidad Mayor de San Andrés. Es docente investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencia Política de la Carrera de Ciencias Políticas y coordina la revista Ciencia Política.
a. Los movimientos sociales y políticos, la construcción del sujeto político latinoamericano, constituyen factores interpelantes. Sin embargo, todavía no hay una orientación claramente definida en cuanto a su papel en los acontecimientos futuros, pues no es suficiente interpretar lo que sucedió en los últimos años, sino plantear opciones, alternativas de sociedad posible, a partir de lo que está dándose. O como manifestaba Marx, de lo que se trata es de transformar el mundo.
b. Los acontecimientos mundiales de reafirmación comunitaria, de identidad social y cultural, de clase y nación están influyendo decisivamente en la realidad continental y boliviana, cuyos pueblos se apropian de nuevas formas de expresión política, incluso en el marco de la democracia representativa, intentando rearticular sus opciones de vida fuera de la opción homogeneizadora.
c. La ciencia política latinoamericana tiene en esta época la opción de reconstruir sus propios paradigmas de interpretación, básicamente vinculadas a posibilidades de futuro.
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