marzo 19, 2024

Bolivia, una referencia mundial

por: Gastón Nuñez

Bolivia a diferencia de los otros años, ha vuelto a ser referente en los países del mundo por los importantes acontecimientos que le tocó dinamizar, mucho más cuando su líder, como Evo Morales, ha vuelto a generar propuestas desde los eventos que Bolivia fue el principal promotor.

Los eventos que mostramos en este balance no sólo recuperan la memoria histórica de esos acontecimientos y su rol protagónico, sino que se constituyen por sí solos, en nuevos paradigmas que se aportan para que los pueblos de América Latina y del mundo recuperen un gran caudal de propuestas como las que se plasmaron en cumbres como el G77 + China, el Foro de Sao Paulo, Encuentro Sindical Mundial de trabajadores y la cumbre de Ministros de Energía e Hidrocarburos.

El G77 + China, más allá de lo previsto

Sin duda, la cumbre oficial del Grupo de Países en Vías de Desarrollo, G77+China en Bolivia, paralizó las agendas y centró su atención por lo que se perfilaría después del mismo. Previa a la reunión de la cumbre del G77 + China se efectuó la Cumbre Juvenil Latinoamericana que cerró con el llamado a la unidad para luchar contra los males del capitalismo tras el fracaso del modelo neoliberal.

En el G77+China –que celebraba sus años de vida y presidida por un jefe de Estado indígena- se trataron temas como la erradicación de la pobreza y desempleo, el cambio climático, los objetivos del milenio y la cooperación sur, entre otros. Además se trataba de una cumbre muy amplia, en ella estaba la mayor parte del mundo, además de Rusia, a la que Evo inteligentemente invitó, y con la presencia de Cuba, tantas veces excluida.

La declaración final de la Cumbre, hizo un llamado para derrotar a la pobreza, luchar por la igualdad y respeto a la naturaleza y a sus derechos, la conservación del agua y de los bosques, la lucha contra el cambio climático, la defensa de los derechos de los pueblos, y muy especialmente de los pueblos indígenas, y el fomento de la agricultura y de la industrialización, y la soberanía de los pueblos.

El otro aspecto ha sido posicionar “el vivir bien para todo el planeta”. Varios países vieron con buenos ojos el proceso de la nacionalización de los hidrocarburos y manifiestan su deseo de aplicarlo en sus jurisdicciones como también las políticas sociales que se desarrollan en el país. De ahí que, por el interés de ellos, se delineó una Cumbre de Ministros de esa cartera para fines de año.

El Foro de Sao Paulo y la señales del Sur

El Foro de Sao Paulo fue otro evento de gran perspectiva que se llevó a cabo en La Paz, congregó a cientos de representantes de los movimientos de izquierda. Fueron dos días de intensos debates, análisis y convivencia, precedido por tres días de discusión y formación en la Escuela Política.

Importantes resoluciones marcaron el nuevo rumbo para los países que siguen siendo asediados por el imperio y que reclama la solidaridad de los pueblos de América Latina, para evitar cualquier zarpazo a los procesos que viven países como Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Argentina, Bolivia, Brasil o Ecuador.

La afirmación de los representantes de los países que viven el acoso y la constante intromisión en sus asuntos internos, puso en relieve la necesidad de llamar y convocar a una nueva articulación de organizaciones sociales y de sus propios líderes sudamericanos.

Encuentro mundial de sindicalistas afianza la unidad de trabajadores

La Federación Sindical Mundial, la COB, con la adhesión del Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia y el movimiento sindical internacional realizaron en julio el Encuentro Sindical Internacional Antiimperialista, para expresar su enérgico rechazo a la agresividad del imperialismo contra los pueblos del mundo y manifestar la solidaridad y apoyo al Presidente Evo Morales y a los pueblos que luchan por un mundo más justo.

En ese evento más de mil de sindicalistas de los cinco continentes del mundo analizaron la crisis económica mundial y el agotamiento del modelo neoliberal, pero, además, se aprobó una tesis política fruto del debate y el intercambio de experiencias, donde el eje central fue analizar la crisis estructural y sus efectos en los trabajadores del mundo.

Se dijo que es una crisis estructural por la combinación de varias crisis, económica, financiera, energética, climática, alimentaria, hídrica, institucional, política y de valores. Crisis que desemboca en elevar la tasa de ganancia, o mantener la plusvalía producida a costa de la explotación de los pueblos, trabajadores y la naturaleza del Sur, tiene que convierte a la Madre Tierra y a las personas en objeto de su despiadado dominio depredador.

El documento final también remarca el rol que juegan los movimientos sociales en Bolivia: “Reconocemos en Bolivia un gobierno de movimientos sociales, donde la dirección del proceso se encuentra en manos de los sectores populares, donde el Estado se ha fusionado con la sociedad civil. Un proceso que se funda en las luchas históricas contra la colonial, el capitalismo y el neoliberalismo. Un proyecto político, fusión de las luchas indígenas, obreras y campesinas, que continua en construcción pero en el que nos sentimos representados los sectores populares de nuestros países”.

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