abril 19, 2024

Universidad: ¿Ausente o contrarrevolucionaria?

por: Adriana Guzmán

La universidad pública es la gran ausente del proceso de cambio, la que sólo consume y no aporta, la que se falta a la cita histórica para hacer la revolución. Esta semana se hizo un seminario internacional: “La universidad pública en América Latina frente a los desafíos de su reforma”, para enfrentar los cambios de paradigmas científicos. Parece que aportar a los procesos políticos de la región no está entre sus intereses. Vamos a compartir algunas críticas a lo que en este espacio se dijo.

“La universidad debe establecer diálogos, puentes con la sociedad civil”. Primero, que somos pueblo y no sociedad civil, segundo, que estudiantes y docentes no llegan a la universidad asexuados ni aidentitarios, son gente del pueblo, no son ETS (extraterrestres). La universidad es del pueblo y debe servir al pueblo, eso dicen sus estatutos y la Ley Avelino Siñani. Como feministas comunitarias que hemos estado en la U sabemos que hay que devolverle al pueblo su esfuerzo en propuestas y conocimientos útiles para las luchas anti sistémicas. La mirada colonial y binaria de los autodenominados “investigadores” reproduce la jerarquía del conocimiento, su discurso es funcional al sistema patriarcal capitalista colonialista y neoliberal, porque busca el desclasamiento, así le roban sus wawas al pueblo, le roban su fuerza para la lucha. Les preocupa la discusión científica, a las organizaciones nos importa la discusión política ideológica, la revolución. Un peligroso desencuentro donde no hay puente que aguante.

“La universidad debe superar la discusión corporativista”, debe dejar de hablar de problemas administrativos porque eso la ha sumido en una crisis, pero si no hay de qué más hablar, si la mediocridad de docentes y la inercia de estudiantes se ha institucionalizado. No hace falta ser investigador para llegar a conclusiones de sentido común: docentes y estudiantes son flojos, despolitizados, mediocres, no asumen responsabilidad política histórica con el país y de paso le echan la culpa al gobierno argumentando que ha cooptado a los dirigentes, que estamos viviendo casi una dictadura ¡Qué cinismo! Ni siquiera han desempolvado el diccionario, y pedirles que tengan memoria es mucha cosa.

“La autonomía es frente al Estado y frente a la sociedad”, o sea que van a decidir lo que se hace en la universidad desde su ombligo, desde la genialidad que tienen en el fondo, tan en el fondo que no se ve nunca. La autonomía universitaria es frente al Estado, surgió en los años 30’ de la lucha de estudiantes con un posicionamiento antioligárquico, antimperialista y anticapitalista, cuando la universidad todavía hablaba de proletariado, de pueblo y de revolución. Tienen que revisar un poco de historia en el CIDES-UMSA, por lo menos esito harían en sus investigaciones y sería bien para que tengan responsabilidad con su palabra, eso hemos aprendido de nuestras abuelas y abuelos, no en la universidad, pero les puede servir señores investigadores.

Finalmente, Alejandra Ramírez (CESU-UMSS-CBBA), le puso el toque de honestidad al seminario: “hay una oenegeización de las universidades”; como ya no hay trabajo en las ONG sus funcionarios se han metido a la universidad de docentes y con la misma lógica, la de los proyectos que responden al mercado y a los intereses de la cooperación internacional, y eso da pie a una universidad pública con un proyecto de continuidad neoliberal.

Así están las cosas. ¡Queremos universidad pública SÍ, pero no pues así!


* Feminista comunitaria.

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