Un análisis por lo demás bastante rico pues permite ubicar el comportamiento de la economía boliviana en un contexto regional y mundial.
El desempeño de la economía, en los últimos años, ha mostrado sus debilidades para recuperar el ciclo ascendente, sobre todo en las economías avanzadas; en tanto que las economías emergentes demuestran capacidad de liderazgo para evitar el derrumbe de la economía mundial, por su parte los países exportadores de bienes básicos deben tomar en cuenta que aún no lograron desprenderse de la dependencia del comercio mundial. El 2017 denota una recuperación leve de las economías avanzadas, fortaleza en las emergentes y leves recuperaciones en las economías en vías de desarrollo, en ese entorno, no muy halagüeño, para el conjunto de la economía mundial; la economía boliviana tuvo un desempeño interesante, colocándose a la vanguardia en el crecimiento suramericano, con tasas de crecimiento similares al promedio de las economías emergentes. A continuación, probaremos estas afirmaciones con algunos indicadores macroeconómicos.
Perspectiva Mundial
Según el FMI, la actividad mundial amplió la oportunidad de implementar reformas y asegurar el progreso continuo de la economía. El crecimiento de la economía mundial se estaría recuperando durante el año 2017, (con un crecimiento mayor en relación a los dos periodos anteriores, 2015 y 2016). Si bien, las economías avanzadas presentan una recuperación más fuerte en el corto plazo, sin embargo, su crecimiento potencial de mediano plazo se muestra débil.
A contrapunto de lo que acontece con las economías avanzadas, las economías en vías desarrollo y las emergentes, presentan recuperaciones que son transmitidas por economías que tuvieron dificultades en los últimos dos años (2015 y 2016), economías exportadoras de materias primas, en tanto que los países que importan materias primas mantienen tasas altas de crecimiento económico.
En suma, el organismo financiero internacional concluye que, las prioridades de políticas y las necesidades de gestión macroeconómica varían, por lo que, se recomienda que el objetivo común debe ser, impulsar el crecimiento potencial, trabajando en la oferta y en el crecimiento a mediano plazo.
Las proyecciones trabajadas por el FMI, para los años 2017 y 2018, fueron de 3,5% y 3,6%, respectivamente, ambas cifras fueron revisadas al alza en el crecimiento de la Economía mundial (en 0,1%), que alcanzarían tasas de crecimiento al 3,6% y 3,7%. Estos ajustes al alza valen para las economías avanzadas y las economías emergentes. En tanto que, para EE.UU. la revisión en ambos periodos es a la baja (en 0,1% y 0,2%), con tasas de 2,2% y 2,3% de crecimiento, por su parte el crecimiento del Reino Unido, fue revisada a la baja en (-0,3%), y un crecimiento de 1,7%.
Por otro lado, para las economías emergentes, el ajuste fue al alza para el 2017, con el siguiente detalle: Brasil 0,5%, Rusia 0,4% y China 0,2. Las tasas de crecimiento proyectadas para estos países son 0,7%, 1,8% 6,8%, respectivamente. Para 2018 se proyecta un mayor crecimiento por ejemplo para Brasil 1,5% y para China un crecimiento de 6,5%.
Perspectiva Regional
La región Latinoamericana registró un desempeño optimista en los últimos años, transcurrida la década ganada de la actividad económica de la región, vuelve a manifestarse la dependencia comercial con las economías importadoras de los recursos naturales; pese a ello América Latina, está en condiciones de apuntar a una recuperación gradual en 2017 y el 2018, en tanto y en cuanto la economía mundial se vaya recuperando, considerando que en otros países las recesiones tocan fondo. Sin embargo, el crecimiento a largo plazo continúa débil, aspecto que dificulta la convergencia del ingreso per cápita, hacia niveles de las economías avanzadas.
No obstante, la recuperación cíclica en la región y sus perspectivas no son del todo favorables. La crisis habría tocado fondo a mediano plazo y el crecimiento económico sería del 1,7%, cifra muy modesta. Aspecto que se explica por los bajos precios de las materias primas y la productividad disminuida en relación a la región del Asia.
La economía de Bolivia en el entorno Global
Las dudas que pudiesen existir, respecto a la sostenibilidad del modelo económico boliviano y sus planteamientos de sostener el crecimiento y alcanzar los objetivos de la Agenda 20-25: Erradicación de la extrema pobreza, acceso universal a la salud y educación, incremento de la soberanía económica y financiera, etc., no dependen estrictamente de los ingresos por hidrocarburos y minería, además que los precios son volátiles y por el momento permanecen bajos. A esta mirada incompleta del panorama boliviano, cabe aclarar que, las políticas implementadas y los resultados económicos obtenidos muestran que el Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo no se centra solo en estos dos sectores. El modelo ha mostrado, en los últimos años, la priorización de las políticas económicas al impulso de sectores no extractivos, generadores de empleo e ingreso, como: la Industria Manufacturera, el Agropecuario y los Servicios, los cuales sustentan o mantienen el crecimiento económico en Bolivia en los últimos años. Crecimiento que ha resultado el mayor entre todos los países de Sur América, aspecto que se repetiría para el 2017, tal como se observa en el gráfico 1.
Así mismo, en materia de inflación, hasta octubre del presente año, se ha logrado que este indicador de la economía boliviana esté por debajo del promedio regional, ver gráfico 2. Este resultado es efecto de la política monetaria y fiscal coordinadas, así como de la ejecución de proyectos que fomentan la producción de sectores dinamizadores de la demanda interna.
Los logros en la soberanía económica y financiera, afirman que el desempeño de la política monetaria y el proceso de la bolivianización, continúan aportando al fortalecimiento de la economía y el desarrollo.
Es importante analizar, entender y difundir las especificidades, del desempeño de la economía boliviana, en un entorno mundial y regional de alta incertidumbre, aspecto que es reconocido incluso por las organizaciones financieras más conservadoras, como el FMI.
* Docente investigador titular del IIE-UMSA, miembro de la “Red Boliviana de Economía Crítica”.
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