La Paz .- El médico Jhiery Fernández, quien dejó el miércoles el penal de San Pedro en suerte de absolución, dijo que sólo quería arroparse con su familia, luego de casi 4 años de encarcelamiento inmerecido por la supuesta violación al bebé Alexander, caso que ha remecido a la justicia boliviana.
«Lo primero que quiero hacer es estar con la familia, compartir un plato de comida», dijo apenas cruzar la pesada puerta de yerro forjado a fuelle que separa la libertad de su antónimo, mientras mentaba, tomado por la emoción, a «mamá, a papá, a mi hermano».
El hombre cuyo caso revolvió como un calcetín la hedionda justicia boliviana fue recibido en la Plaza de San Pedro, en uno de cuyos lados se alza el vetusto penal.
«Lo único que quiero es mi familia y expresar sentimiento de alegría y felicidad», declaró tras abandonar la cárcel en medio de algarabía de familiares y amistades.
Sentenciado a 20 años de cárcel por la violación de un bebé, se dijo aquella vez en 2014, Fernández pasó 4 años clamando su inocencia hasta que la jueza que lo mandó tras de rejas, Patricia Pacajes, se tomó unos copetines y a sus amigos les narró, sin despeinarse, que el médico era inocente y que a sabiendas de eso le condenó.
Cóctel de presión social y una justicia sacudida y avergonzada como pocas veces tras la revelación de una ex pareja de la juez, ahora destituida, Fernández ganó el derecho de defenderse en libertad y este mismo miércoles se vio libre de tal yugo.
Expresó que siempre decía que confiaba en la justicia, pero no en los operadores de justicia.
«Me sometí a juicio como cualquiera ciudadano de a pie, me sometí para buscar justicia para decir «aquí encontraré justicia», pero me sentenciaron a 20 años entre gallos y medianoche sin haber cometido un delito», enfatizó en medio de una selva de micrófonos y cámaras de televisión.
Acusó a la Fiscalía porque se ensañó con él, un ciudadano común, «que trabajaba, tenía sueños como cualquier otro ciudadano, de superación, tener familia, hijos y una casa».
Dijo desconocer las razones que tuvo el Ministerio Público para imputarlo y llevarlo a juicio por un delito que no cometió como la supuesta violación al bebé Alexander, hecho que se registró en noviembre del 2014 en el exhogar de niños Virgen de Fátima.
Expresó que el Ministerio Público obró de mala forma y buscar un culpable y no la verdad.
Fernández, dijo, que extrañará a los policías y a los privados de libertad, porque muchos necesitan ayuda y su persona hizo lo que estaba a su alcance, sobre todo, curaciones y de atender partos.
El abogado de Fernández, Cristian Alanes, no ocultó su emoción y dijo que «brilló la luz para el doctor Jhiery Fernández».
Aseguró que su cliente cumplirá con el mandamiento de detención domiciliaria emitido por el Tribunal de Sentencia Décimo y la resolución de la Sala Penal Tercera.
Deja un comentario