Bogotá, – La búsqueda de la justicia es hoy uno de los propósitos del informe de memoria indígena presentado en un contexto de persistente violencia contra miembros de las comunidades originarias en Colombia.
‘Tiempos de vida y muerte: Memorias y luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia’, es el título del documento, fruto de años de trabajo conjunto del Centro Nacional de Memoria Histórica y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
Este informe tiene como propósito conservar la memoria de lo que ha sido la violencia estructural con los pueblos originarios, restablecer su dignidad, expresó Luis Fernando Arias, consejero mayor de las ONIC.
Que este genocidio, este exterminio no se repita, que haya verdad, justicia, una reparación integral, pero fundamentalmente que hayan garantías reales y efectivas de no repetición, remarcó.
Esto que hemos afrontado durante 528 años, debe estar en la memoria de la nación, del Estado, de los pueblos y las comunidades indígenas para poder reescribir nuestra historia de vida y dejar atrás lo que ha sido esta historia de muerte para los pueblos, subrayó Arias.
En tal sentido, consideró de gran importancia ‘la memoria de quienes han entregado sus vidas para que los pueblos indígenas en Colombia puedan pervivir y proyectar el devenir y la construcción de todos nosotros dentro de esta nación diversa, multiétnica y pluricultural’.
La ONIC declaró recientemente emergencia humanitaria por la muerte de más de 158 nativos desde la firma en 2016 del Acuerdo de Paz entre el Estado y la exguerrilla FARC-EP.
Nos vemos en la obligación ética y política de declarar la situación de emergencia humanitaria, social y económica en todos los pueblos indígenas de este país, informó en conferencia de prensa.
La situación humanitaria y la estrategia de despojo territorial en la que viven nuestros pueblos originarios, no da espera. Estamos enfrentados a un genocidio físico y cultural, aseveró.Luis Acosta, coordinador nacional de la Guardia Indígena, hizo un llamado para que ‘los organismos del Estado presten atención al genocidio que hoy sufren los pueblos originarios’.
Desde la firma del Acuerdo de Paz, más de 750 líderes sociales fueron asesinados en Colombia, 158 de ellos pertenecían a los pueblos indígenas. Durante el año transcurrido de la llegada al poder del presidente Iván Duque, 94 miembros de esas comunidades fueron ultimados, apuntó la ONIC.
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